Los reos siguen ingeniándoselas para meter contrabando dentro de las cárceles, tal y como quedó demostrado ayer cuando las autoridades del Centro Penitenciario La Reforma encontraron un gato que llevaba objetos no permitidos.
El misingo transportaba en un pequeño bolso un teléfono celular, un cargador y dosis de marihuana, para entregarlo a alguno de los reclusos que se mantienen en este centro penal.
El descubrimiento se realizó a eso de las 7:00 a.m., mientras los representantes de la ley hacían una de sus habituales rondas en las que vigilaban los movimientos dentro y fuera del presidio.
Pablo Bertozzi, director de Policía Penitenciaria, confirmó el evento y explicó lo que antecedió al descubrimiento del felino cerca de una de las celdas del ámbito de mínima seguridad.
“Se encontró un gatillo en las inmediaciones de la cárcel que llevaba un teléfono con cargador y droga, los oficiales observaron a un reo muy sospechoso viendo por la ventana y se trata de ubicar lo que está siguiendo”, externó.
“Por eso damos inicio con la revisión hasta que damos con el paquete que se estaba tratando de introducir, lo decomisado se archiva como un hallazgo para luego ser utilizado como evidencia cuando se descubra para quién era”, agregó.
El felino se resistió al arresto y arañó a uno de los policiales que llevaron a cabo la captura, pero no fue nada grave afortunadamente para el oficial que fue atendido en la enfermería de dicha cárcel.
El director de la Policía Penitenciaria explicó que analizarán a dónde debe ser enviado el animal, pues en caso de dejarlo libre podrían volver a utilizarlo para llevar más productos ilícitos a los reos.
MODO NO ES NADA NUEVO
Bertozzi comentó a El Periódico de Más Venta en Costa Rica que no es la primera vez que se utiliza a estos animales para trasegar dentro de los centros penales, situación que los mantiene preocupados.
“Es lamentable ver este tipo de operaciones, lo que es introducción de droga y celulares es un tráfico muy fuerte dentro de las cárceles, por lo que buscan hacerlo de cualquier manera, incluyendo este tipo de ideas”, aseveró.
Se trata del tercer caso de este tipo en lo que va del presente año que los vigilantes de la ley han podido detectar, los dos anteriores ocurrieron durante el mes de abril en ese mismo centro penal.
Otro de los asuntos en los que se trabaja es el control de cientos de gatos que hay en las cárceles del país por parte del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), como sucedió cuando se produjo el incidente de la “narcopaloma”.
