Ya se están saliendo de nuestras manos

Editorial

A muchos les molesta escuchar a los padres usar la frase “es que en mi tiempo”, será cansón y todo pero muchos podemos dar fe de que las prácticas ahora son definitivamente otras. Ahora pareciera que los niños ya no tienen infancia.

Y con esto vamos a que las chiquitas andan vestidas como grandes desde temprana edad y ni qué decir del maquillaje. Saben untarse toda esa mezcla mejor que las adultas. Si a eso le sumamos el uso desmedido de las redes sociales, estamos perdidos.

En el caso de los pequeños es un poco más complicado saber si se están saliendo o no de las manos de sus papás, a menos de que tengan comportamientos muy obvios de adultos, como el consumo de licor o el famoso cigarrillo que muchos ponen en su boca para verse más grandes e interesantes.

Sin embargo, tanto niños como niñas tienen que luchar a diario con la influencia de los adolescentes de sus familias y el comportamiento de los adultos porque ellos al ser más pequeños creen que todo lo que hace un grande está bien. Un claro ejemplo de esto es el consumo de bebidas etílicas.

Sin duda, este es un tema que hace que los infantes se salgan del control de sus progenitores, pues contrario a lo que muchas personas piensan los menores de 10 años también presentan problemas con las bebidas.

Además, llegan a hacerlo en los centros educativos, lo que expone a sus compañeros también al peligro.

Según las últimas estadísticas brindadas por el Centro Nacional de Control de Intoxicaciones (CNCI), en 2017 se atendieron 248 casos, en 2016 fueron 251 y para 2015 hubo 239 atenciones.

Esto indica que es un tema al que hay que ponerle toda la atención posible porque estos pequeños afectados por ese vicio son los que probablemente terminen muertos o maten a alguien. Esas personas pierden la noción de las cosas que hacen.

Lo más alarmante de la situación es que estos son los casos de los que las autoridades tienen un registro, entonces imaginemos cuántos chiquitos han presentado problemas con el alcohol y los adultos no lo han reportado o ni tan siquiera se han dado cuenta. Esto le para la peluca a cualquiera.

Asimismo, esos casos reportados son los que se denuncian cuando el paciente se encuentra en estado de etilismo severo y requiere ambulancia.

Y muchas veces las familias ni cuenta se dan porque son apadrinados por sus amigos, situación que también hay que conversar con nuestros hijos, ya que deben aprender que este tipo de comportamientos no se solapan porque en el peor de los casos puede haber muertes.

Si usted es de los que toman en su casa y en cuanta actividad social a la que va, trate de no hacerlo hasta caer inconsciente, en la medida de lo posible evite comportamientos agresivos.

Recuerde que cada uno de los movimientos que usted haga, son analizados por sus hijos para repetirlos porque creen que eso está bien.

Pero otro punto importante es que usted sea claro en las consecuencias que tienen quienes consumen licor, hay que explicarles que el consumo no es lo ideal si quieren ser excelentes deportistas y personas triunfadoras. Muchas veces quienes caen en las garras de este vicio lo pierden todo.

Quienes tengan hijos, cuídenlos como su tesoro más preciado; entendemos que la casa hay que arreglarla, hay que hacer tareas pero procure cumplir con todas las obligaciones cuando están dormidos.

A veces es mejor una casa sucia o desarreglada que lamentar la vida de uno de los pequeños.

Pongamos atención, una cosa son las travesuras y otra muy diferente un niño o adolescente con problemas con el alcohol.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 25 Junio, 2018

HORA: 12:00 AM