Uno anotó un gol que le sirve para desmarcarse de la polémica que le persigue al estar cerca de estampar la firma con el archirrival (Alajuelense); y el otro dejó chimada a la afición que en alguna oportunidad coreara sus goles y de paso, para recuperar la confianza en su juego que perdió por culpa de las lesiones. Jonathan Moya y Jairo Arrieta fueron las figuras del clásico provincial que se disputó ayer en el estadio Ricardo Saprissa. Saprissa y Herediano firmaron un empate a un gol, que mantiene al Monstruo como líder y el Team pierde un lugar a manos de Alajuelense (ahora es tercero).
Moya aprovechó la oportunidad de salir desde el arranque en el once titular, algo que en este torneo ha cumplido muy pocas veces. Al minutó 18 puso a la “Cueva” de pie, luego de ganarle el viaje a un defensor para cabecear un centro que lanzó por la derecha Cristian Bolaños.
Mientras que Arrieta salió del banquillo para darle otra cara a su equipo. Acompañó a Yendrick Ruiz en la ofensiva y la primera que tuvo frente al portero Kevin Briceño no perdonó. Jairo tomó un balón que despejó Juan Pablo Vargas y que le hizo un bote inesperado a Barrantes, para ganarle el sprint a velocidad y colocarle la pelota al meta a un costado de su cabaña (minuto 64). Los dos delanteros tienen en común que este certamen no han podido consolidarse en sus equipos y ayer levantaron la mano para reclamar el cartel de figuras.
DIVIDIDO
La “S” salió a la cancha con bríos y con el punto de mira en la portería de Leonel Moreira. Tan así que a los 40 segundos Moya quedó con el marco de frente para abrir el marcador, pero no pudo pegar bien la redonda. Saprissa fue amo y señor del primer tiempo, gracias a la superioridad que impuso en la zona medular, donde contó con más magia que su rival, y le benefició que Herediano se la jugó con un diseño de juego conservador.
El Team adoleció un hombre que llevara los tiempos del partido que pusiera la redonda al suelo y conectara con el aparato ofensivo al estilo Elías Aguilar (emigró al fútbol coreano). Por eso Ruiz se convirtió en un llanero solitario y chocó con pared cada vez que quiso superar el cerco morado. Los saprissistas administraron mejor el cuero, lo pasaron pie a pie y explotaron los costados, principalmente por la banda que corrió Cristian Bolaños, quien más tarde se fue lesionado. De hecho, un centro por su sector abrió el candado rojiamarillo.
Muy temprano el técnico Vladimir Quesada tuvo que replantear el esquema tras la lesión de Marvin Angulo, por lo que ingresó Johan Venegas, quien no termina de ser bien visto por la hinchada saprissista.
El complemento fue otra historia. El mensaje del técnico Jafet Soto caló hondo en sus jugadores, que regresaron al campo con otra mentalidad.
Además, el timonel se dio cuenta que podía arriesgar un poco más sin sufrir tanto y metió a Diego Estrada con el rol de armador.
El juego florense se notó más y el equipo casa perdió recorrido. Se apagó por los costados y se volvió más horizontal a la hora de buscar el marco contrario.
Soto leyó bien el partido y al minuto 59’ ordenó el ingreso de Esteban Ramírez y Jairo Arrieta, por Arellano y Granados, quienes aportaron poco.
Cinco minutos después de estar en la gramilla Arrieta abombó las redes para alegría de los heredianos.
Para el cierre Saprissa pudo quedarse con los 3 puntos en la pierna derecha de Johan Venegas, quien ubicado en el punto de penal recibió solo la pelota y la mandó por encima de la cabaña de Moreira. Y de parte del Team Yendrick Ruiz perdonó de cabeza.
También los porteros Kevin Briceño y Leonel Moreira fueron figura al intervenir con buenas tapadas para evitar la caída de sus equipos.
