Ojalá la gente las respete y les dé un buen uso

Editorial

Después de dos años por fin se van a intervenir varios cruces por donde pasa el tren y por el que circulan bastantes vehículos y peatones.

Ante esta situación esperamos que no sea un alegronazo de burro como hace algún tiempo, pues prometen y prometen y nada que llega la hora de los trabajos.

Otro punto importante: esperamos que la gente que se caracteriza por no importarle nada ni nadie no se robe las señales como pasó cuando hasta las agujas eran víctimas de lo ajeno.

Pero además de que no se las roben, lo importante es que quienes pasen por lugares donde transita el tren respeten las señalizaciones, sino no servirá para ayudar a reducir los accidentes.

Resulta ilógico escuchar cuando la gente dice “el tren chocó contra tal cosa”.

Los que se atravesaron son quienes impactaron porque el ferrocarril va por la línea y no se le mete a nadie.

Hay que tener más cuidado porque los accidentes con el tren se dan porque la población se cree invencible, considera que puede pasar cuando ya prácticamente tiene la máquina encima y luego se queja por cómo le quedó el carro.

Ante este escenario lo ideal sería que no juguemos de listos y mejor esperemos unos minutos para que pase el ferrocarril. No provoquemos accidentes.

Recordemos que los vehículos, por más grandes que sean, tienen las de perder.

Un claro ejemplo es del tráiler que pasó por la vía férrea la semana pasada cuando la máquina estaba cerca y se le volcó el cajón dañándole la mercadería.

También están quienes son muy distraídos.

No podemos tapar el sol con un dedo, algunos se suben al carro, suben las ventanas, ponen la música a todo volumen y se olvidan del entorno.

Desgraciadamente esto no solo pasa con quienes manejan. También ocurre con las personas que se ponen los audífonos a todo volumen y andan como en otro mundo, ni cuenta se han dado de que viene el tren.

Esto resulta preocupante pues el pito es bastante difícil no escucharlo.

Pero no podemos negar que pasa. Una barbaridad.

Lo malo de esto es que hay varias muertes que lamentar de personas trabajadoras o estudiantes.

Cuando ocurren tragedias los maquinistas quedan con cargo de conciencia injustamente, ya que el margen de maniobra para evitarlas es muy reducido.

Ante los trabajos que inicia esta semana el Ministerio de Obras Públicas y Transportes esperemos que la gente se llene de paciencia porque el esfuerzo que se hace es para que haya menos accidentes y, por supuesto, menos muertes que lamentar por la mala cabeza de algunos.

Esperemos que la inversión de ¢4.500 millones sea bien aprovechada por los transeúntes y conductores; que las autoridades coloquen implementos de calidad para que no haya que estar cambiándolos a cada rato.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 19 Febrero, 2018

HORA: 12:00 AM