Una mujer que servía en enganche para atraer narcotraficantes y cinco hombres, entre ellos su pareja, fueron detenidos en una serie de allanamientos realizados por los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Alajuela.
La acción policial se llevó a cabo en Purral de Goicoechea, Río Claro de Golfito, Paso Canoas, Playón Sur de Parrita y Lomas del Río en Pavas, donde desarticularon la organización sospechosa de asociarse para ejecutar 9 homicidios con el fin de robar cocaína de segunda calidad.
Según la policía, al líder del clan lo identificaron como de apellidos Angulo Pérez, de 41 años. Fue miembro de la Fuerza Pública y lo aprehendieron la madrugada de este miércoles mientras laboraba en una empresa de seguridad privada.
Michael Soto, jefe de la Oficina de Planes y Operaciones del OIJ, manifestó a DIARIO EXTRA que este sujeto cuenta con antecedentes por portación de armas, habría participado en todos los asesinatos cometidos con armas de fuego y blancas.
Mientras su mujer apellidada Ugalde Varel, de 25 años, tiene expediente por estafa y hurto en tiendas. A ella la vinculan en el homicidio de tres hombres en una vivienda del residencial La Giralda en Alajuela.
El resto de los integrantes corresponde a Fernández Salazar, de 31 años, sublíder, conocido como “Machillo”, mecánico con antecedentes por robo y hurto. Este les salió con un arma calibre 38 a los agentes del grupo de choque del OIJ.
Además Rodríguez Gutiérrez, de 29 y con el alias de “Mongo”; Castro Madrigal, de 29; y Piedra Segura, quienes traían clientes hasta San José a reunirse falsamente con “El Viejo de Coronado”.
INVITADOS A TORTURAS
El grupo criminal investigado operó de la misma forma en las cuatro fechas en que habrían cometido los homicidios calificados entre agosto del 2015 y diciembre del 2016, donde contactaron a sus víctimas para negociar la compra de entre 25 y 50 kilos de cocaína.
Una vez que se ganaban la confianza de los ahora fallecidos, convenían el lugar en la capital y el día para concretar la supuesta compra, donde los torturaban para que dijeran si había más droga.
Miguel Abarca, fiscal adjunto contra el Crimen Organizado, agregó que el grupo era muy violento.
“Eran timos con transacción de droga, la investigación fue muy compleja por el modo de ejecución, por lo que se hizo un análisis variado donde se comprobó que la droga era para comerciar en el mercado local”, explicó.
Trascendió que uno de los fallecidos fue a casa y le dijo a su prometida que el dinero que se ganaría con la venta de 5 kilos de cocaína los destinaría para la boda, pero lo ejecutaron.
CAMINO DE SANGRE
El primer hecho violento se presentó el 20 de agosto de 2015 a las 2:40 p.m. en el residencial La Giralda de Alajuela, donde acabaron con la vida de los hermanos Leonardo y Mauricio Hidalgo Corrales, de 25 y 42 años. Además ultimaron a Deilyn Salamanca Gutiérrez, de 40, quien descontó prisión por drogas.
Las víctimas fueron heridas con armas de fuego y blancas, presentaban signos de tortura, luego de que un vehículo ingresara abruptamente llevándose en el camino el portón metálico. Minutos después de marcharon.
El 31 de noviembre del 2015 a las 6 p.m. fueron ubicados en Rancho Redondo de Goicoechea los cuerpos de Kenneth Cruz Montiel, de 42 años y nacionalidad nicaragüense; Roy Alexis Acuña Loría, de 40; y un menor de 17 apellidado Potosme.
Un vecino de esa finca avisó al OIJ de que había casquillos de 9 mm y 25 mm, rastros de sangre, también la tierra en un sector determinado estaba removida, lo que le pareció muy extraño.
Acuña era chofer de bus y oriundo de Ciudad Quesada en San Carlos, no tenía antecedentes, sin embargo según las autoridades abrió un negocio en Peñas Blancas. Fue su hermano quien reconoció el cuerpo.
En la fosa de un metro y medio de profundidad los cuerpos estaban en posición recta, uno de ellos boca arriba, el otro de lado y el tercero boca abajo. Todos fueron enterrados y les rociaron cal para acelerar la descomposición, luego de que realizaran una falsa transacción narco con los ahora acusados.
Las víctimas contaban con dinero en efectivo, cédula de hombre que no les correspondía, una pulsera, un reloj y estaban vestidos, pero dos de ellas tenían los pantalones por la cadera, lo cual se presume lo causó el arrastre que sufrieron.
El 16 de abril del 2016 en Patio de Agua fue asesinado Wilfredo Flores Ochoa, de 34 años; mientras que a Carlos Beita Elizondo, de 50, vecino de Paso Canoas, lo ubicaron en San Francisco de Coronado.
La novena víctima mortal se reportó el 22 de diciembre del 2016 a las 4:30 p.m. en el sector del Rodeo en Goicoechea y la identificaron como Cristian González Moxi.
FEROZ CACERÍA
En el operativo el OIJ logró decomisar 2 armas de fuego calibre 57, dos más calibre 38 y una pistola .40, similares a las utilizadas en los asesinatos, además de municiones de AK-47 y 9 mm, un chaleco antibalas y al menos 10 celulares, con los cuales se presume se comunicaron los sospechosos con sus objetivos.
Según el jefe del OIJ, Fernández Salazar, sublíder, habría participado en todos los crímenes; Rodríguez en el primero, tercero y cuarto; Castro en el tercero y cuarto; Piedra solo en el último.
En la acción policial participaron 90 agentes del OIJ, 6 jueces y 6 fiscales; según informaron las autoridades judiciales, en lo que llevamos de 2017 se han presentado 264 homicidios, mientras que a la misma fecha del año pasado sumaron 250.
Para la policía los narcos fueron retenidos por los sospechosos durante horas, mientras los convencían para conocer si tenían más droga. Además, le ponen un sobrenombre al comprador para resguardarlo en las negociaciones donde 1 kilo de pasta de cocaína vale alrededor de $7 mil.
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CRÉDITOS: Fotos: David Barrantes y Mauricio Aguilar
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Jueves 22 Junio, 2017
HORA: 12:00 AM
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