Hace una semana llegó a nuestras costas el “John Paul DeJoria”, una embarcación de guardia costera muy similar a la usada por los oficiales norteamericanos, propiedad de la organización ecologista Sea Shepherd, con la intención de ofrecer sus servicios para la vigilancia contra la pesca ilegal principalmente en los alrededores de Isla del Coco.
Sin embargo, las buenas intenciones de esta organización no pasaron de ahí, ya que el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y el Servicio Nacional de Guardacostas negaron los permisos de patrullaje ad honorem que pretendía Sea Shepherd.
Esta entidad mantiene una fuerte polémica con las autoridades nacionales luego de que su fundador Paul Watson tenga una orden de captura desde 2012.
Jorge Serendero, representante de Sea Shepherd en el país, insiste que para este tipo de operaciones no existe relación alguna con Watson y lamentó que las autoridades desconozcan la ayuda que ofrecen.
“Al gobierno no le interesa trabajar con nosotros, así nos lo dijo el viceministro de Ambiente y las alusiones que hacen al caso de Paul no tienen sentido. Somos una organización costarricense que busca defender los intereses nacionales, nuestro patrimonio marino, eso es lo que hemos ofrecido porque el gobierno no tiene la capacidad de hacerlo solo y hemos ofrecido los medios sin costo alguno”, insistió Serendero.
“NO ESTAMOS DE ACUERDO”
El viceministro de Aguas, Mares, Costas y Humedales, Fernando Mora, reiteró ante la consulta de DIARIO EXTRA que no están de acuerdo a que un ente externo realice la vigilancia de los mares.
“El patrullaje y el control de la vigilancia lo hacen las instancias institucionales, Guardacostas y Sinac, nadie más, mucho menos a nivel privado”, comentó.
Serendero insiste que el gobierno cierra los ojos ante la realidad que carcome nuestros mares.
“Lamentablemente es un tema político y el Gobierno por las razones que nos gustaría conocer no quiere tener ojos y oídos en una de las zonas más conflictivas del país. El Pacífico está infestado de la peor de las lacras, la sobrepesca ilegal de las grandes industrias del atún, el aleteo y el voraz mercado chino que nada hace de forma legal y se aprovecha de los favores que reciben de un país como Costa Rica a cambio de centavos y por último la pesca de arrastre que tampoco nos quiere acá y ve una gran amenaza con nuestra presencia. Es hora de que Costa Rica pida rendición de cuentas”, enfatizó.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
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Sábado 27 Mayo, 2017
HORA: 12:00 AM
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