Los delitos cometidos por menores de edad traen consigo interrogantes acerca del porqué este segmento de la sociedad incurre en hechos ilícitos. Según expertos, esto se origina por muchas circunstancias sociales y económicas, pero la más importante de ellas es la familiar.
Trasciende en reportes que los menores están incurriendo en delitos graves; según datos suministrados por la Fiscalía Adjunta Penal Juvenil de San José, durante el año 2016, y en lo que va de 2017, han ingresado 576 causas.
De ese total, se acusaron 379 expedientes (en penal juvenil se debe hacer una acusación 24 horas después de que la persona detenida es puesta a la orden de la Fiscalía) y se solicitó medida cautelar en 85 de esos casos acusados.
En su mayoría, los delitos que comete este grupo de la población se dan contra la propiedad, como robo simple o hurtos y contra la integridad física. Asimismo, el delito de robo agravado registró un total de 157 causas durante el año pasado y a la fecha se contabilizan más de 13.
Dentro de estos datos están incluidos nueve casos de homicidio en el año 2016 y un homicidio en el año 2017, además de lesiones y amenazas personales, incumplimiento de medidas de protección, desobediencia, resistencia y lesiones.
“PROVIENEN DE CLASE BAJA”
En su mayoría, el perfil de estos jóvenes proviene de un entorno carente de cosas materiales y de necesidades económicas. Sin embargo, para el subjefe de la Sección Penal Juvenil del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Bonilla, hay otras circunstancias que influyen en los menores al momento de delinquir.
“De acuerdo a nuestra experiencia, si lo basamos en porcentajes, puedo decir que el 98 % provienen de clase baja y de lugares conflictivos. El perfil de estos jóvenes: vienen observando dentro de su comunidad quiénes son los que venden droga, los que asaltan, los que se prostituyen, por eso lo empiezan a ver normal y entienden que esa es su manera de subsistir y lo hacen como una aspiración. Por eso, cuando la Policía llega y hace un allanamiento, nosotros terminamos siendo los malos de la película, porque ellos entienden que ese es el modo de vida, ya que es lo único que han visto”, comentó.
Bonilla aclaró que todos los casos no son iguales ni se manejan en un mismo patrón, pues hay escenarios que impulsan al menor a cometer algún delito contra la propiedad, de hurto e incluso sexual, y eso puede ser a través de la influencia de los amigos.
“La presión de los amigos influye en que las personas cometan delitos, quizás en algunos momentos no quieren delinquir, pero entienden que si no lo hacen pueden quedar mal y por esa presión deciden hacerlo. Otro aspecto que puede impulsar al menor a hacer algo indebido es la pobreza, eso sí, puede llegar a generarse por una necesidad como el hambre y por ello van a una pulpería a robarse algún alimento. La carencia de oportunidades y de estudio es otra de esas razones, pareciera que el sistema está hecho para todos, pero no todos están hechos para el sistema”, señaló.
NO HAy INCREMENTOS
Dichosamente no se han visto incrementos en el número de delitos en cuanto a menores de edad, no obstante, lo que más le preocupa a Bonilla es la violencia que se registra dentro de la acción, el hecho de que antes asaltaban, sin embargo, ahora deciden agredir a la persona ofendida. “También se considera que la falta de educación es una facultad importante dentro de estos casos, son pocos los que logran reinsertarse dentro de la sociedad tras cometer delitos, y si se trata de personas muy violentas terminan lamentablemente fallecidos por las mismas causas”, puntualizó Bonilla.
