Soy una mujer de 37 años y tengo 12 de casada. La vida sexual ha venido a menos en los últimos años. No nos dan ganas, a pesar de que nos llevamos muy bien. Mi esposo está pensando en si hacemos un trío o algo así, para ver si la llama de la pasión se enciende.
La pérdida del deseo es una condición muy frecuente en nuestra sociedad, y se presenta tanto en uno de los miembros de la pareja como en ambos. Dentro de la relación usualmente afecta primero a uno y, al cabo del tiempo, la apatía sexual envuelve a ambos. Algunas veces, las parejas tienen muy claro el motivo de este desgano sexual, sean jornadas laborales prolongadas, problemas económicos, conflictos familiares, entre otros. Sin embargo, en muchas ocasiones ambos mencionan que todo anda bien y no hay una razón aparente. En estos casos, muy probablemente exista un problema hormonal o metabólico que está minando el deseo. Al margen de las causas, es importante destacar que las prácticas como tríos, intercambio de pareja u otras nunca o casi nunca servirán para superar un problema sexual. No tienen un efecto terapéutico y, más bien, con mucha frecuencia complican el estado sexual y generan problemas de pareja.
Soy una mujer de 19 años. Siempre veo su programa y le he escuchado decir que la regla no debe doler. A mí me pasa que sangro mucho. El sangrado me dura hasta ocho días y el dolor no se me quita ni tomando analgésicos. Mi mamá dice que es normal.
Durante mucho tiempo se creyó que la menstruación era una especie de castigo. Las mujeres sangraban grandes cantidades durante varios días y experimentaban dolores terribles. Por ser tan frecuentes estos problemas, muchas personas los consideran normales. En realidad, según lo indica la ciencia, la regla debe durar de tres a cinco días, el sangrado normal debe ser de escaso a moderado, pero nunca abundante ni con coágulos, y puede acompañarse de una leve molestia, como una especie de desconsuelo.
Los sangrados abundantes, así como el dolor severo, suelen ser producto de alteraciones en los ovarios, la matriz o las hormonas, que en su gran mayoría se pueden tratar. Recordemos que las reglas abundantes pueden provocar cuadros de anemia que debilitan a la mujer, le afectan el estado de ánimo, le quitan ese empuje cotidiano y le disminuyen el rendimiento sexual. Cuando el dolor es severo, prácticamente impide las actividades diarias, sean sociales, laborales o académicas. De ahí la importancia de consultar.
