Alfonso Peña, un gestor cultural perseverante
Lic. Miguel Fajardo Korea*
En nuestro medio, hay numerosos creadores que realizan una importantísima tarea de difusión cultural, en favor de los artistas costarricenses y de otras latitudes. Por ello, su labor de promoción artística debe ser mayormente valorada y reconocida por las organizaciones y los entes respectivos.
Uno de los más fervientes gestores culturales del país es el escritor, narrador y editor Alfonso Peña, quien dirigió 33 números de la revista “Andrómeda” (1980-1990) y, en la actualidad, coordina el equipo editorial de la revista “Matérika” (2007-2017), tanto impresa como electrónica, de alcance internacional, que ya suma 11 ediciones.
Fue el animador del Lobo Púrpura. Se halla vinculado a la corriente del Surrealismo Latinoamericano. Divulga poesía, gráfica y “collages” de valiosos creadores. Dirigió una serie de Video Arte. Desde la Galería Andrómeda, organizó y proyectó una gran cantidad de actividades artísticas, publicación de catálogos, exposiciones, video arte, recitales, etc.
Ha publicado “Noches de celofán”, 1987; “La novena generación”, 1997; “Desde el centro”, 2002; “Labios pintados de azul”, 2006; “Cartografía de la imaginación”, 2008; “Conversas”, 2014; “Paralelo/centrífugo”, 2016, poesía visual, en colaboración con Amirah Gazel, escritora y artista plástica.
Entre su catálogo bibliográfico como editor, sobresalen textos de Floriano Martins, Édgar Zúñiga, Carlos Barbarito, Fabio Herrera, Guillermo Sáenz Patterson, Claudio Willer, John Sosa, Tomás Saraví, Macarena Barahona, Otto Apuy, Héctor Burke, Adriano Corrales, Armando Rodríguez Ballesteros, Miguel Lohlé, Diego Mora, Julio Acuña, Carlos Calero, Héctor Chavarría, Ligia Zúñiga o Marco Tulio Mena.
Alfonso Peña y Tomás Saraví dirigieron el artefacto MANIJA (Gráfica+Poesía), 52 ediciones distribuidas gratuitamente, de mano en mano, en Ferias del Libro, Festivales de la Poesía y en las diversas actividades y encuentros de sus integrantes.
Incluido en el libro Versos Comunicantes III, sobre Poetas Iberoamericanos (México, 2008). Forma parte del volumen colectivo “Cuentos del San José Oculto” (2002) y del volumen “Cuentos del San José Oculto, otra vuelta de tuerca” (Tomás Saraví, 2007). Ha sido incluido en “Anthologie de la Nouvelle Latinoamericane”, Editorial Belfond/Unesco, en París.
En su libro “Conversas” (2014), incluye once entrevistas a igual cantidad de creadores de Costa Rica, Argentina, Brasil, Nicaragua y Panamá. Destaco las entrevistas a Sila Chanto, Manuel Monestel, Macarena Barahona, Adriano Corrales, Floriano Marins o Fabio Herrera.
Su obra narrativa ha sido traducida al portugués, inglés y francés. Su novela “Labios pintados de azul” fue editada en edición bilingüe, en Brasil, con traducción al portugués de Eva Schnell y Ana Damasceno y proyecto gráfico de Floriano Martins. Próximamente, se lanzará otra edición de “Labios pintados de azul”, en São Paulo.
Para el escritor costarricense, Guillermo Fernández: “Peña fue un innovador silencioso (…) probablemente es uno de los autores que inauguran el underground literario en Costa Rica, ya que su vertiente se opone por completo al canon (…) que ha primado en muchos de los escritores #dominantes”.
Ha sido invitado a diversas actividades culturales, charlas, lecturas, Ferias del Libro y Festivales de la Poesía en diversas latitudes. Colabora con revistas y suplementos literarios importantes, tales como: Agulha, Brasil, La Otra, México, Triplo V, Portugal, Incomunidade, Portugal, Punto Seguido, Colombia.
Alfonso Peña, junto con la artista Amirah Gazel organizó la exposición surrealista internacional “Las llaves del deseo” (2016), compuesta por 107 artistas, de 27 países, con 350 obras. Se expuso en el Museo Municipal de Cartago y la Biblioteca Nacional, en San José. La muestra se presentó en La Casa Cultural La Guaricha, David, Panamá.
Alfonso Peña, junto con la escritora y artista costarricense Amirah Gazel, de origen libanés, coordina la Fundación Camaleonart, que aparte de su trabajo artístico, mantiene una interesantísima proyección social, objetivos que la hacen diferente de otras fundaciones, centradas en una sola línea.
Una de las características del perseverante escritor y gestor cultural costarricense, Alfonso Peña, es su capacidad de compartir con los demás, sin egoísmo, con humildad. Asimismo, su gran red de contactos internacionales con escritores, revistas y organizaciones.
Como anfitrión, en su estudio, situado en Barrio Escalante, que es un espléndido espacio de trabajo, acogedor, solidario, humanista, lleno de libros, pinturas, arte internacional, y numerosos proyectos, las horas se pasan muy rápido, sin darnos cuenta de que era una visita de cortesía, para adentrarnos en el contexto de creación de un gran trabajador de la cultura costarricense. Su obra es merecedora de un reconocimiento, aunque él no los busca, para nada.
*Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural
