Apuntes breves desde la CTRN
Juan Carlos Durán Castro*
Tenemos nuestras lecturas de lo acontecido. Pero, más allá de la forma en que se acordó el aumento del 1% al sector laboral (que nunca compartiremos), es sin duda alguna cierto que son necesarias otras medidas estructurales, como, por ejemplo, atacar el 10% de desempleo y generar una verdadera política de trabajo decente que erradique el 45% de la informalidad en el país.
Aunado a lo dicho, resulta grotesco que tal medida se haya tomado sin tocar las finanzas del empresariado que ha hecho clavos de oro con la tristemente célebre y deshumanizante apertura de los TLC, que ha probado ser un fracaso de modelo de desarrollo nacional, y si a esto le sumamos el escandaloso robo de impuestos y el robo a la seguridad social, no cabe duda que la hoguera de la confrontación social fue realmente atizada y la reacción popular se ve venir y sin duda alguna la organizaremos.
De igual modo, y siendo críticos de la forma oculta, antidemocrática, incoherente y contradictoria en que se tomó el acuerdo del 1% y la soberana incoherencia de mencionar que irá a consulta pública, mantenemos la tesis de defensa del IVM (sin que esto se entienda como una evasión de un debate de fondo en los temas tocantes de la seria e histórica crisis de gestión de la CCSS ), pues nunca caeremos en la trampa de la derecha política, financiera y empresarial de permitir que destruyan los principios solidarios del IVM.
Por tanto rechazamos el enfoque engañoso que se desprende de las declaraciones de Otto Guevara que plantea individualizar cuentas (privatizar), el cavernario enfoque del ex superintendente de Pensiones Edgar Robles, que formula sacar IVM de la CCSS, ni el enfoque de La Nación, cuya orientación siempre combatiremos pues al posesionar ejes que solo hacen pensar en el caos del IVM, en el fondo el móvil oculto es generarle un mayor negocio a las operadoras de pensiones y colocar en un verdadero riesgo futuro las jubilaciones de miles de personas trabajadoras jóvenes.
El movimiento sindical debería alzar la bandera de una reforma a la ley 7983 y convertir este tema en parte de la agenda de lucha y la movilización mediata, esto sin duda sería confrontar al gran capital.
Deberíamos intentar al menos presentar un proyecto de ley de reforma al segundo pilar de pensiones y rescatar el espíritu de esta norma que nació para ser soporte del IVM.
Exigimos a la Junta Directiva de la CCSS ampliar los acuerdos tomados e incorporar en el Comité de Riesgos y de Inversiones a expertos que designen las organizaciones sociales, de hecho, la propia Superintendencia de Pensiones debería incorporar en todos sus reglamentos la participación laboral, ya que los recursos que financian los sistemas siempre tienen aporte del trabajador, ideas que no creemos deben ser objeto de ninguna mesa de diálogo (de darse el mismo), puesto que, si los trabajadores somos dueños del sistema, lo lógico es que tengan representación en los espacios donde se toman decisiones sobre su dinero.
De hecho, es bueno preguntarse en cuál operadora de pensiones tienen verdadera representación los trabajadores.
Para finalizar, es menester dejar absolutamente claro que, aunque discrepemos del aumento del 1% por su forma, el movimiento sindical debe tener una visión de largo alcance y tener cuidado de no caer en el juego y el discurso de la derecha, es decir, es momento de profundas reflexiones para orientar bien en una coyuntura que resulta compleja.
*CTRN
