Infinidad de veces topamos con personas que se sienten en la obligación de resolver todo lo que afrontan, sin ayuda y sin expresar ninguna dificultad al respecto. Por más que internamente sufran esa soledad elegida o aspiren al acompañamiento que alguien de confianza podría darles.
Cabe preguntarse al respecto, pues no sabemos si se vive como una obligación asociada a la forma en que percibimos se debe comportar la mujer o el hombre; o si, defraudados por múltiples respuestas que nos hicieron daño, acudimos a no involucrar a otros para que no se repita algo de eso vivido.
Puede ser que esta norma se presente tan fuerte que ni siquiera pensemos la posibilidad de que algo no sea viable resolverlo o que pueda ser más fácil si involucramos a alguien más.
Un alto riesgo representa la carga emocional que se va sumando cuando, en silencio y tal vez con dolor, escuchamos noticias difíciles o experimentamos un profundo sufrimiento que podría haber menguado con un abrazo o sencillas palabras de alguien más.
No necesariamente estamos obligados a resolverlo todo, de hecho, es siempre una elección hacer el intento. Y, por otro lado, la soledad siempre es una elección, en gran mayoría de casos asociada a eventos anteriores que nos dolieron y que tal vez nos hizo establecer un protocolo que en alguna medida sentimos que nos protegería de volver a experimentar sufrimiento.
Un intento sencillo de cambiar esto podría incluir:
QAnalizar con cuidado las obligaciones que hemos asumido y la razón que nos ha llevado a ello.
QHablar con personas cercanas respecto a nuestras sensaciones y sentimientos en cuanto a preocupaciones que nos acompañan.
QHacer el intento de abstenernos de hacernos cargo de todo, elijamos lo que consideramos es lo más importante en lo que nos podemos desempeñar, pero demos oportunidad a que otros participen en las responsabilidades existentes.
QHaga pequeños cambios e incluya a alguna persona de confianza para acompañarle en momentos en los que sienta que podría sentirse mejor.
Todos podemos cambiar algunas características que hemos desarrollado, apuntando a comprender mejor nuestra conducta y a afinarla para que esté en sintonía con nuestro bienestar y por ende con nuestra felicidad.
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PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Dra. Marielos Hernández N. Psicóloga clínica
EMAIL: [email protected]
Lunes 23 Enero, 2017
HORA: 12:00 AM
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