Tras vivir 16 años en Nandayure, Guanacaste, Gerardo Cubero Villalobos es un enamorado de la música de marimba, algo que no ha cambiado a pesar de ahora ser vecino de Grecia.
Su pasión por este instrumento y la dificultad para obtener una, lo motivaron a diseñar y fabricar sus propias marimbas. Además, Cubero aprendió por sí solo a tocarla.
“Hay que tener cuidado a la hora de construirlas, pero como dicen, el oficio hace el maestro y uno se va adaptando a lo que hay que hacer. Hay que ser muy positivo, porque cuando uno está comenzando, la mitad la echa a perder, pero poco a poco uno va adquiriendo experiencia” manifestó.
Para Cubero, la marimba se ha convertido en su amiga y compañera, ya que la mayor parte del día se dedica a fabricarlas o a sacarles sus mágicos sonidos.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Mauricio Arce, Corresponsal
EMAIL:
Miércoles 28 Diciembre, 2016
HORA: 01:42 PM