La mano que mece la cuna
Marcela Chacón
Con profunda preocupación, aunque sin sorpresa por haber sido la tónica de los últimos dos años, dos meses y dos semanas -, hemos sido testigos de tres renuncias más de jerarcas del Poder Ejecutivo en menos de ocho días. El INCOFER, el Viceministerio de Planificación y el INCOP se han sumado a la lista que hasta ahora lleva anotadas veinticinco bajas y que pareciera aumentará en número antes del 8 de mayo del 2018.
Curiosamente, estos ahora exfuncionarios de gobierno señalan (al igual que lo ha hecho un número importante de los otros disidentes) que su salida no se ha debido a roces con el Presidente de la República, aunque dejan entrever que desde la “Casa de Cristal” de alguna manera se han gestado los motivos para tomar su decisión.
No puedo evitar sentir escalofríos al pensar que todo esto podría encontrar su raíz en una mano oscura y peluda que mueve los hilos desde atrás de un telón negro como la boca de un lobo. No por el hecho de que se vayan, pues siendo realistas, el tiempo efectivo de gobierno llegará a su fin en diciembre de este año y luego se verá truncado inmediatamente con el inicio formal de una campaña electoral cuyos preparativos, precandidatos y turbulencia iniciaron con muchísima antelación en esta oportunidad por un sinfín de razones. Tampoco me asustaría si la respuesta ante las interrogantes de su salida estuvieran mejor elaboradas y si no coincidieran en apuntar hacia Zapote y no precisamente hacia la oficina del Presidente. ¿Será que existe una especie de poder oculto que se ha apoderado y empoderado de cosas que no le atañen?
En ocasiones pienso que parte de estos enredos son responsabilidad – aunque sea indirecta – del que otrora fuera el capitán de barco que abandonó embarcación y tripulantes cuando el agua comenzó a hacer olas dejando sin competencia a un contrincante que no contaba con los elementos necesarios para hacer frente a la titánica tarea con la que se topó de frente de forma inesperada. Otras, creo que podría deberse a razones a las que deberíamos estar prestando mayor atención y que dejamos pasar por estar fijándonos en minucias que nos distraen del objetivo real. Pero sea cual sea el motivo debería llamarnos a la reflexión, particularmente a quienes están pensando en llevar las riendas del país en el siguiente cuatrienio. Ojalá los errores de hoy sirvan para que desde ya más de uno ponga las barbitas en remojo y que quien llegue a Presidencia en algunos meses no siga desgastando al país con procesos inútiles de prueba y error.
¡Ah! Y si alguien sabe de quién es la mano peluda, que por favor comparta la información.
