En el Día de la Madre
Marcela Chacón / Página Abierta
Es muy probable que al pensar en el Día de la Madre venga a nuestra mente el tradicional cuadro de Paco y Lola en el que mamá amasa la masa, papá lee el periódico, Lola juega con muñecas y Paco corre por el patio. Luego de amasar la masa, mamá servirá la mesa con pan y café para toda la familia y celebrarán su día dándole de regalo una plancha o un maravilloso juego de limpiones bordados.
Afortunadamente, dicho esquema se rompió hace ya algún tiempo y en este día tan especial quisiera enviar un saludo y mi más grande felicitación a todas las madres… las del cuadro histórico, y a las que se salen de ese contexto:
¡FELICIDADES!
A las madres que han formado un hogar convencional y que sacan adelante a su familia.
A las madres que han decidido tener a sus hijos sin un compañero al lado y que son padre y madre para ellos.
A las tías que son madres en su corazón y que dan la vida por sus sobrinos.
A las abuelas que han criado a sus nietos por un sinnúmero de razones y circunstancias.
A las madres adoptivas que saben que no es madre quien se embaraza, sino quien cría y ama.
A las que se convierten en madres de sus padres o hermanos, o de alguna otra persona por motivo de edad, incapacidad, o embates de la vida.
A las que se quedan en casa haciendo el tedioso trabajo hogareño poniendo su corazón en cada labor.
A las que salen a trabajar fuera de casa y que corren a hacer tareas, a cocinar y a cuidar.
A las que se desvelan por las noches porque sus hijos están enfermos.
A las que tienen el corazón partido porque el hijo o la hija ya no están, porque su misión debía ser así.
A las que luchan cada día por superarse.
A las que sacrifican su propio bienestar para que sus hijos vivan mejor.
A las que educan y ponen límites, conscientes de que nuestra sociedad requiere de personas disciplinadas.
A las que dan rienda suelta a la imaginación de sus hijos, para que nunca falte color en nuestras vidas.
A las que inculcan principios de solidaridad humana y social, sabedoras de que hacen falta muchas personas con esas sensibilidades en la vida.
A las que abrazan, besan y curan heridas del cuerpo y el alma.
A las que ríen a carcajadas con la tranquilidad de la conciencia tranquila.
Y también quiero felicitar a los hombres que han jugado el papel de madre con sus hijos pues la vida los llevó a asumir ese rol tan maravilloso. Tengo la fortuna de contar con tres amigos que han sido madres de sus hijos y a ellos tres mi respeto, admiración y cariño.
Que este Día de las Madres esté repleto de amor.