Agua, frágil y crucial recurso

Para el equilibrio ambiental y desarrollo de Costa Rica

Sabemos hoy que el agua, ese líquido esencial para la vida, es limitado, frágil y vulnerable. En Costa Rica ese equilibrio depende del ciclo del agua que desencadena una serie de dinámicas hidrogeográficas superficiales y subterráneas en todo el territorio costarricense. En ese ciclo participan las montañas, llanuras, ecosistemas y paisajes heteromórficos.

Intervienen en este ciclo también el Océano Pacífico y el Mar Caribe, que en nuestro país representan el 92% del territorio nacional. Es decir, la forma en que manejemos los recursos hídricos en nuestro territorio continental tendrá impacto directo sobre los cuerpos marinos. Es importante comprender entonces que desde que Costa Rica busca implementar una política azul integral ya no es posible considerar el aprovechamiento del recurso destinado al consumo humano, producción de alimentos o desarrollo de actividades socioeconómicas en nuestro país en forma aislada.

Para el manejo sostenible de este recurso debemos tomar en cuenta un factor fundamental. Nuestra legislación de aguas data del Siglo XX. A principios del Siglo XX la humanidad vivía una realidad de importantes cambios incluida la Segunda Guerra Mundial, pero muy diferente a la de hoy. Costa Rica desarrollaba un modelo agroexportador de café y banano, entre otros; industria de ingenios, trapiches, beneficios. Fue en ese momento y para responder a las necesidades de ese contexto en que nuestros legisladores, liderados por el señor Teodoro Picado Michalski, promulgaban la Ley de Aguas No. 276, un 26 de agosto de 1942, vigente desde hace 73 años. Su antecedente, el Decreto No.11 de 1884, se dicta como parte de la reforma liberal del siglo XIX.

Desde entonces se han diseñado y puesto en función más de cien instrumentos de normativa, sin contar las políticas públicas. La ley vigente (de 1942) se basa en la legislación española, no posee elementos jurídicos y técnicos modernos acorde con las exigencias de un gestión integrada del agua, prima en ella el enfoque de aprovechamiento.

Otro ejemplo de su obsolescencia es la categorización de aguas públicas y privadas. No es sino hasta 1982, con el Código de Minería y posteriormente con la Ley Orgánica del Ambiente, que todas las aguas son de dominio público. Pensemos por un momento qué hubiera sido de los conflictos y retos que enfrentamos hoy día, sin aun existieran en el país aguas privadas.

Después de 73 años de publicada la ley de aguas, tenemos en nuestro país la experiencia necesaria en la regulación del ambiente. Hemos logrado que el Estado Costarricense madure al punto de tener conciencia acerca de desafíos y retos del futuro inmediato, del mediano y largo plazo. Ejemplo de ello son los procesos de diseño de políticas para atender la variabilidad climática o cambio climático global, la C-Neutralidad o la necesidad de mejores prácticas en el uso del plástico, el papel y otros elementos de la cotidianidad.

Sin embargo, sabemos que nuestros ríos, nuestros esteros, las aguas subterráneas, sufren de estrés producto de variaciones en su naturaleza por razones antrópicas, desmejorando su calidad y cantidad, y poniendo en detrimento la estabilidad de los ecosistemas y las poblaciones humanas que dependemos enteramente de su salud. Es derecho de todas las personas disponer de agua salubre, accesible, asequible, suficiente y aceptable.

La propuesta de ley originada en la iniciativa popular, hacia la gestión integrada de los recursos hídricos, que hoy se encuentra en la Asamblea Legislativa, busca garantizar la seguridad hídrica, cumplir con el derecho fundamental de acceso al agua potable para todas las personas, de manera solidaria e inclusiva y equitativa. Asimismo propone las bases de una nueva y moderna gobernanza del agua, fortalecer las instituciones que conformamos el subsector hídrico, el aprovechamiento sostenible para los múltiples usos del agua y garantizar una gestión y democratización del conocimiento que permita decisiones asertivas frente a los grandes retos que nos depara la actualidad.

Otro de sus principales aportes es centrar las bases para la participación activa de la ciudadanía, propiciando una visión de cuenca, de integralidad en la gestión y de sostenibilidad en su uso. También, se establece un fondo para la gestión integrada del recurso hídrico, y una instancia robusta como lo es la Dirección Nacional del Agua, para darle seguimiento y ejecución a la ley.

ARTICULACIÓN. En la Administración Solís Rivera hemos decidido avanzar con un Viceministerio para la articulación política de los subsectores que conformamos la administración de los recursos hidrobiológicos, estableciendo una agenda azul dirigida a consolidar la gobernanza de los recursos hídricos, los humedales y el mar. Buscamos implementar la visión holística necesaria para la conjunción de lineamientos entorno a la sostenibilidad del uso, la estabilidad de los ecosistemas y recursos, su conservación y restauración.

Esta decisión nos compromete con la posibilidad de tener una nueva ley de aguas, que regule y promueva las buenas prácticas en la gestión de los recursos hídricos y se ejecute desde un Gobierno con visión integral. Entretanto, avanzamos con proyectos y acciones para la mejora en el cuidado y uso de nuestros recursos hidrobiológicos, en espera de que la aprobación del proyecto de ley de aguas nos de mayores y mejores herramientas para la gestión del agua.

Avanzamos con la instalación, desde el mes de julio, de estaciones para el monitoreo de acuíferos en Costa Rica, en el marco del sistema de monitoreo de agua subterránea en tiempo real, datos que serán fundamentales para mejorar el conocimiento y las políticas del agua subterránea. También trabajamos en torno a la consolidación del Sistema de Información para la gestión integrada de los recursos hídricos, el sistema de permisos y concesiones, el inventario de descargas de aguas residuales y el programa nacional de monitoreo de calidad de cuerpos de agua. Asimismo, avanzamos con la regionalización de la dirección de aguas del Ministerio.

Le hemos dado prioridad a uno de los desafíos más importantes en torno a la gestión integrada de los recursos: el abastecimiento de agua en el Pacífico Norte. Para ello, desde el Plan Nacional de Desarrollo 2015 - 2018, Alberto Cañas Escalante, estamos ejecutando el Programa Integral de Abastecimiento de Agua para Guanacaste, con la mira de garantizar la seguridad hídrica para las comunidades y la seguridad alimentaria por medio del incremento de la producción alimentaria con sistemas de riego eficientes.

Se busca asimismo promover la sostenibilidad de los ecosistemas y el aprovechamiento del recurso, integrando una serie de acciones estratégicas para el desarrollo de infraestructura hidráulica, promoción y desarrollo de alternativas tecnológicamente novedosas, así como acciones para la conservación y uso eficiente del agua. Este Programa es dirigido por el Ministro de Ambiente y Energía, como rector del Sector Ambiente, Energía, Mares y Ordenamiento Territorial, e integrado por diversas instituciones como el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados, el Instituto Costarricense de Electricidad, el Ministerio de Salud y el Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento.

El camino óptimo para la Nación es el de forjar un futuro que le garantice un ambiente sano y ecológicamente equilibrado a todos los que compartirán este territorio con quienes hoy disfrutamos de él. El proyecto de Ley para la Gestión Integrada del Recurso Hídrico, expediente No. 17.742, nos garantiza un escenario más afín con esta meta común de ciudadanía y Gobierno.

*Viceministro del Agua, Mares, Costas y Humedales, Ministerio de Ambiente y Energía.

PERIODISTA: Fernando D. Mora Rodríguez*

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Martes 11 Agosto, 2015

HORA: 12:00 AM