En Nosara de Nicoya, en Guanacaste, los policías de la Fuerza Pública realizaban el patrullaje usual cuando en la gasolinera de la comunidad vieron a un hombre, quien al verlos se torna nervioso.
Los oficiales de la unidad 2810 se le acercan y determinan que el sujeto, de apellido Castro y de nacionalidad nicaragüense, llevaba una escopeta calibre 22 con dos cartuchos, no obstante al preguntarle por los debidos documentos asegura no tenerlos. Por ese motivo fue presentado ante el Ministerio Público.
Mientras tanto, en Batán de Limón, los policías de la unidad 2376 detuvieron a un sujeto de apellido Moreno, nacido en Nicaragua, quien tiene una orden de captura pendiente por supuesta portación ilegal de arma.
Según Allan Obando, director de la Fuerza Pública de Limón, “esas situaciones son muy normales en la Zona Atlántica porque hay muchas bananeras y por lo general estas personas se vienen a refugiar aquí, buscan un trabajo que les permita continuar con sus vidas y mantener un perfil bajo”.
Obando agregó que cada semana detienen a personas con órdenes de captura por medio de los operativos regulares que realizan.
