Cinco personas miembros de un grupo dedicado al robo de vehículos de una forma violenta fueron detenidas en las últimas horas por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) bajo la dirección funcional del Ministerio Público.
Los sospechosos operaban en los alrededores de Circunvalación en horarios nocturnos, su modo de operar fue catalogado por la fiscalía como nuevo pero no tan difícil de identificar, pues los cacos colisionaban a las víctimas para después amenazarlos con armas de fuego y llevarse los carros.
Sin embargo, lo preocupante no era el bajonazo como tal, sino que los tipos raptaban a sus víctimas y las llevaban a casas en Alajuelita para torturarlas y amenazarlas con asesinarlas si denunciaban.
Este jueves se llevaron a cabo siete allanamientos en diferentes partes de la capital, en Alajuelita y Curridabat los más importantes, en los cuales la policía judicial logró la detención de tres tipos, que se suman a dos que habían sido arrestados semanas atrás.
Los sospechosos fueron identificados como Bryan Bonilla Alarcón de 26 años, Ricardo Brenes de 34, Erick Mora de 28 y finalmente un muchacho de 21 de nombre Diego Vargas Rojas.
Cada uno de los ahora detenidos cuenta con amplio antecedente criminal, como robo agravado y tráfico de drogas en algunos puntos de la capital.
El fiscal adjunto Celso Gamboa comentó que desde febrero comenzaron con las investigaciones, pues por semana estaban teniendo muchos reportes de bajonazos en el mismo sitio de la Circunvalación de los Hatillos y Alajuelita.
Hasta que una persona decidió denunciar que había sido retenida en una casa y posteriormente torturada para que no interpusiera denuncia formal ante las autoridades judiciales.
Esa vez, al señor de 45 años lo dejaron tirado en un desolado lugar de Escazú, desde donde tuvo que llamar al 9-1-1 por ayuda, al mismo tiempo que daba aviso a sus familiares sobre lo ocurrido.
“El modo de operar de estos sujetos era muy peculiar, llegaban con un carro a Circunvalación y colisionaban a la víctima, una vez fuera del auto, los sospechosos, que por lo general eran dos, la amenazaban con un arma de fuego y la subían a su propio carro para llevarla al sector de Alajuelita, ahí la torturaban y después le decían que si denunciaba se moría”, explicó Celso Gamboa.
Los agentes judiciales lograron el decomiso de varias pertenencias de ofendidos, así como teléfonos celulares, partes de carros, armas de fuego y prendas.
Después del mediodía, los cuatro tipos fueron llevados al Ministerio Público para el respectivo proceso.
