“Usted viera, a veces siento que la cara me arde tanto que creo prenderá fuego, tenía el temor que fuera la presión alta y vea me acaban de decir que estaba un poco alterada. ¡Qué susto! Tengo que hacer algo”, así de asustada se mostró Isabel Bonilla mientras participaba en una feria de salud, tras comprobar que tenía la presión por las nubes.
Pero ella no es la única porque Pablo Hernández, vecino de Barrio Aranjuez, declaró a DIARIO EXTRA: “Yo tengo el combo completo, por eso voy al gimnasio, sigo al pie de la letra la dieta y ya logré bajar de 118 a 99 kilos para no llevarme ningún susto”.
Al igual que ellos, 1 millón de costarricenses están en riesgo de padecer azúcar en la sangre, presión alta y tener unos kilos de más. Pero a los problemas de salud súmele la inversión millonaria que hace la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para atender en clínicas, Ebais y hospitales a quienes padecen estos males. Solo en 2014 la cifra alcanzó los ¢17 mil millones.
Quizá muchos digan que esa plata la pagamos todos con nuestros impuestos, así es, pero quienes sufren los dolores y molestias por no hacer caso y cambiar sus hábitos de alimentación y de vida son los propios enfermos, quienes al final buscan ayuda porque se sienten muy mal.
“Todos los días nos debemos preguntar si estoy comiendo más sano, si estoy caminando, si estoy teniendo mejores relaciones interpersonales y si estoy durmiendo lo suficiente. Cada uno de nosotros tiene que hacer el cambio en nuestro cuerpo”, dijo María del Rocío Sáenz, presidenta ejecutiva de la CCSS.
Además insistió en que con una sola persona que cambie en una casa, la decisión se extiende a toda la familia, incluso va más allá al afirmar: “Estar saludable debe ponerse de moda, quizá así tomemos conciencia sobre la urgencia”.
DE CHIQUITOS A GRANDES
Así como el hábito de comer bien y hacer ejercicio debe enseñarse desde los primeros años de vida, el lavado de los dientes forma parte de los buenos hábitos.
De eso está consciente el Dr. Luis Paulino Retana, quien junto con sus títeres aprovecha cada feria de salud para enseñarles a los pequeños a no temerle al dentista, como lo hizo con los estudiantes de las escuelas Buenaventura Corrales y Ricardo Madriz.
Entre el asombro y el susto, los pequeños contaron sus temores cuando de dientes y boca se trata. “Me da miedo”, “Lloro cuando me llevan al dentista”, “Me da pereza lavarme los dientes” y “Me dolió mucho cuando me jalé un diente” fueron algunos de sus comentarios, mientras el Dr. Retana les explicaba que el dentista, el cepillo y la crema dental son sus amigos.
“Hace 10 años realizo esta técnica. A los niños se les debe decir la verdad sobre la visita al dentista, pero de una manera clara, sencilla y sin llenarlos de temores, por eso utilizo estos muñecos”, comentó.
A los problemas de salud en la boca de niños súmele que la falta de educación y cambios de hábitos de vida en los adultos por presión alta, azúcar en la sangre y gordura siguen ocupando los primeros casos por muerte en el país.
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CRÉDITOS: Fotos: Isacc Villalta
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Miércoles 01 Julio, 2015
HORA: 12:00 AM
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