El escenario de la política mundial ha cambiado dramáticamente en los últimos 50 años, el fracaso de la estrategia en Cuba restó autoridad al todopoderoso Estados Unidos, por eso cuando el presidente Barack Obama describió al gobierno de Nicolás Maduro como una amenaza, el país enfrentó las declaraciones y los países latinoamericanos respaldaron su autonomía.
El lunes la Casa Blanca emitió una orden del jerarca gringo donde anunciaba que Venezuela es una "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos", además restringió el acceso de altos funcionarios del sucesor de Hugo Chávez e incrementó las sanciones económicas.
Jesús Arias, embajador de Venezuela en Tiquicia, aplaudió el respaldo de las naciones latinoamericanas y aclaró que las presiones económicas de la potencia norteamericana no afectarán al Estado y que desde hace algún tiempo se están poniendo en marcha estrategias para repeler las influencias. “La economía venezolana está blindada”, afirma el diplomático.
El presidente de la nación del sur solicitó (y obtuvo) poderes especiales de la Asamblea Nacional para enfrentar las amenazas de Obama y de la supuesta incursión en ese país para apropiarse de los pozos de petróleo.
“No hablo de una eventual invasión, esta claro. Todos los países que han sido declarados enemigos de los intereses de Estados Unidos han sido invadidos, ante estas amenazas el presidente Maduro no busca la concentración de poder, son facultades que le otorga la Constitución para tomar las medidas necesarias en situaciones extraordinarias”, afirmó.
Para Arias, una incursión en Venezuela terminaría como Vietnam, la desastrosa guerra que Estados Unidos no ganó a pesar de su superioridad económica y militar, a la lista se suma Cuba donde no pudo doblegar a los Castro después de 50 años de bloqueo; aquí se consideran Afganistán e Irak, escenarios que no son completamente positivos para la política exterior de la Casa Blanca.
Durante sus declaraciones Arias pidió la solidaridad de los ticos y sancionó la actitud de los norteamericanos: “Venezuela no conoce la guerra, rechaza esto y quiere la paz y el amor, vamos a acompañar al presidente Maduro para defender nuestra dignidad e integridad”.
