Presupuesto y Parlamento

No me conformo con interpretaciones amañadas, amarres concertados ni chispazos de abuso, por eso protesto vehementemente contra los inaceptables manejos del tema presupuestario en que ha incurrido el oficialismo.

Costa Rica tiene un régimen semipresidencialista o semiparlamentario, no se trata de un presidencialismo. El gobierno, además, no corresponde en exclusivo al Poder Ejecutivo (lo cual repiten como loras los oficialistas y algunos sectores periodísticos) sino al Pueblo y a tres poderes distintos e independientes. Se trata, da pena reiterarlo, de un sistema de frenos y contrapesos.

Tal concepción constitucional da un papel predominante y protagónico al Parlmento, tal y como fue subrayado por los diputados constitucionales. Por ello es esencial entender el rol del Parlamento en el trámite del Presupuesto (Ley de Presupuesto, ley formal con vigencia anual) y lo inaceptable de las pseudointerpretaciones y demás maniobras que hemos presenciado. No puedo más que acordarme del abuso hitleriano para imponerse al Parlamento alemán.

Todo empezó mal, con una propuesta inconstitucional muy excedida (19% de déficit), y después todo terminó de enredarse. En matemáticas menos por menos da más, pero en la vida real dos mentiras no hacen verdad ni dos errores son virtud.

Ante situaciones inéditas, insólitas, inefables e inusitadas, hemos presenciado con estupor e indignación como se recurre al carcaj de intepretaciones amañadas, abuso de la presidencia del cuerpo colegiado, ministros descarados que promueven el irrespeto al Parlamento y asesores que recurren a una nueva maña. Si antaño fue desastroso el “pa’eso tenemos mayoría” y el “yo no soy yo”, el actual “pa’eso tenemos presidente” o echarle la culpa a los revoltoso no es sino peor. Al menos antes había mayoría real (le pasaban por encima a la minoría: irrespeto a los principios republicanos). En la actualidad, una minoría abusa de los puestos (desde nombramientos de choferas políglotas hasta resoluciones inauditas) y el propio Presidente de la República relativiza las mayorías y las minorías.

Rayaban los cien días cuando el mismo equipo se quejaba de las chambonadas y de las inconstitucionalidades. ¡Dime de qué presumes …!

El Parlamento es central en varias cosas, tales como la eventual discusión y aprobación de impuestos (aunque no le guste a los fiscalistas), en nuestro sistema en la declaratoria de guerra (aunque no lo respetara el expresidente Pacheco) y, por supuesto, en la discusión y aprobación de plan de ingresos y gastos públicos, el presupuesto nacional (aunque lo trate de irrespetar con dolosas maniobras el oficialismo).

Estos abusos lesionan el Estado de Derecho, las libertades y la democracia.

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Martes 02 Diciembre, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Federico Malavassi