Todo el pueblo de San Vito se unió para despedir a Mario Espinoza Lezcano y Nícida Gutiérrez Arguedas quienes laboraban para el área de salud de esta zona, además de la jovencita Pamela Vargas Rojas, los tres perdieron la vida luego de que la buseta en la que viajaban se fuera directo a un precipicio de unos 300 metros de profundidad.
El trágico hecho se generó en la localidad de Limoncito en Coto Brus, al regresar de la playa.
Los cuerpos fueron sepultados en el cementerio de San Vito en donde asistieron más de 2.000 personas, entre compañeros de trabajo, familiares, amigos y demás allegados.
Con emotivas palabras fue como muchos recordaron a los fallecidos, a quienes catalogaron como excelentes personas, uno de los que no dudó en mostrar su admiración fue don Carlos Arroyo, compañero de Espinoza.
“Era un excelente amigo, dado por completo a su trabajo y muy querido en todo el cantón, cuando me avisaron del accidente no lo podía creer, es más todavía me parece que no es realidad”, comentó con mucho dolor, pues compartió por más de 10 años con el ahora fallecido.
De acuerdo con parientes de la víctima, él tenía una buena relación con todos, incluyendo un grupo de indígenas a quienes ayudaba todos los años y que habitan en el sector conocido como La Casona, los mismos también acudieron para darle el último adiós.
Debido al accidente, otras 11 personas requirieron de atención médica, por lo que fueron trasladados a diferentes centros hospitalarios en San José, Cartago y Pérez Zeledón.
LES HARÁN HOMENAJE
Funcionarios del centro hospitalario donde laboraban Espinoza y Gutiérrez estudian la posibilidad de realizarles un homenaje por su buena función durante tantos años, al igual que los demás pasajeros que resultaron gravemente heridos.
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CRÉDITOS: Fotos: José Manuel Brenes y Sidney Brown, corresponsal
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Martes 29 Julio, 2014
HORA: 12:00 AM