La prueba de redacción y ortografía, planificada para el 15 de junio anterior pero replanteada por la huelga, se aplicará hoy a los 52.443 alumnos que buscan alcanzar el bachillerato.
En ella los profesores evaluarán las habilidades para redactar, produciendo un texto cuya extensión mínima deberá ser de 300 palabras y, en el caso de los estudiantes con adecuación curricular, deberá alcanzar las 200, basados en cuatro opciones temáticas, entre las que elegirá cada estudiante para que desarrollar su redacción.
Esta prueba es la primer parte de la prueba nacional de español, la segunda medida –gramática y literatura– será aplicada, junto a las pruebas nacionales con las demás asignaturas.
La revisión de estas pruebas durará dos meses. Respecto a los demás exámenes, las fechas se mantendrán, pues según la viceministra Rocío Solís, si se retrasan no se podrían revisar, por lo tanto, se aplicarán entre el 4 y el 11 de noviembre para los colegios académicos y entre el 17 y el 24 de setiembre para los técnicos, según lo previsto por el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Datos de esa institución revelan que el año anterior 50.500 estudiantes realizaron este examen con un 97% de éxito, dato que podría variar porque los alumnos estuvieron fuera de las aulas por casi un mes lectivo.
Una vez finalizadas las pruebas, los educadores deben revisarlas puntualmente para calificar a 29.170 correspondientes a instituciones académicas, 8.928 técnicas y 14.345 nocturnas.
En el 2013 los estudiantes eligieron entre los siguientes temas: Si yo fuera presidente; Democracia; Bullying y Situación económica de Costa Rica, para trabajar sus habilidades en redacción.
De acuerdo al MEP, el examen comenzará en los colegios diurnos a las 9 a.m. y en los nocturnos a las 6 p.m., cada estudiante dispone de dos horas para completarlo.
El MEP entregará los resultados de las pruebas de bachillerato el 27 de octubre en el caso de los colegios técnicos, y el 27 de noviembre, en los académicos.
Antes de que terminara la huelga, el MEP giró instrucciones para que los maestros no saturaran a sus estudiantes con toda la materia, por lo que algunas clases “no esenciales”, se suspendieron para usar el tiempo de manera más eficaz.
