Las pifias de comunicación del nuevo gobierno

La administración Solís durante su primer mes ha puesto muy claramente en evidencia que arrancó débil y casi “muleteando” en materia de comunicación. Una seguidilla de pifias que se pueden disimular con las mejores intenciones durante un tiempo podría dar lugar a una reacción en cadena de consecuencias impredecibles.

En primer lugar la gira a la trocha marcó la prueba contundente y lamentable de que Casa Presidencial desconoce el ABC de cómo organizarle una gira al Presidente.

Luego surgieron las contradicciones entre el Presidente y su primer vicepresidente y Ministro de Hacienda, hecho que sacude la atención y preocupación entre observadores políticos y opinión pública.

Vimos a un Helio Fallas salir muy mal parado y de mal semblante de su primera comparecencia ante la Comisión de Asuntos Hacendarios.

Torpe manejo tanto por el fondo como por la forma en el abordaje de un tema tan sensible.

Claramente contrariado ante preguntas de los legisladores confesó: “Yo no sé cómo explicarlo”, “Yo no sé cómo contestarlo”, “¿Cuántas veces más me van a preguntar eso?” “Yo no sé cómo explicarlo, perdone, pero ya no sé”.

Si Fallas, uno de los nuevos jerarcas con más experiencia en cargos públicos, no sabe cómo responder ni aclarar y desconoce cómo se debe ir preparado a una comparecencia de esta naturaleza, habría que preguntarse ¿qué se puede esperar de los jerarcas novatos?

Un balance de la exposición mediática que hasta ahora han tenido los nuevos ministros y presidentes ejecutivos refleja que son contados los casos en que se podría identificar a alguno de ellos como “un hábil comunicador”.

Todo parece indicar que la luna de miel que se le concede a todo nuevo gobierno está próxima a convertirse en “luna de hiel”, y no por culpa de arremetidas o cuestionamientos provenientes de la oposición, sino por errores de comunicación elementales generados a lo interno del propio equipo de gobierno.

El hecho de que se trate de nuevas figuras con ninguna o poca experiencia en imagen y comunicación no es excusa para la improvisación y la ausencia del sentido común.

¡La gran interrogante! Cómo piensan bajarse de esta torre de Babel creada por el propio gobierno, si los de adentro no han mostrado mayor pericia en el manejo de la comunicación y los de afuera están imposibilitados a contribuir, en razón de que Luis Guillermo Solís se comprometió a no contratar consultorías de ningún tipo, incluyendo las de comunicación e imagen.

¿Qué le queda entonces al Presidente? ¿Encerrarse prematuramente en un salón de espejos con un grupito de asesores que le dicen y enseñan lo que él quiere ver y oír?

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Sábado 14 Junio, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Ana Madrigal / [email protected]