Ofelia Taitelbaum ejerció durante cuatro años el puesto de defensora de los Habitantes, aseguró que durante el tiempo que estuvo a la cabeza de esa institución se dieron luchas importantes, como resolver la huelga de anestesiólogos o el sonado caso de las “tetas discriminadas”.
Hoy Taitelbaum aspira a la reelección, precisamente, ella es una de los 6 candidatos que pretenden convertirse en jerarca, se espera que los diputados resuelvan esta elección mañana.
“La inteligencia de un defensor radica en leer e interpretar los tiempos que corren y defender los derechos que están siendo vulnerados”, afirmó quien fuera diputada durante la segunda administración Arias Sánchez (2006-2010).
¿Cuál debe ser el perfil del defensor de los Habitantes?
- Creo que quien llegue a ese puesto, se debe despojar de cualquier sentimiento en particular, por ejemplo, en los temas religiosos. Yo no soy católica pero respeto esa religión y todas las demás, independizándome de la mía. La inteligencia de un defensor radica en leer e interpretar los tiempos que corren y defender los derechos que están siendo vulnerados
¿Para su reelección tiene mucho apoyo en la Asamblea Legislativa?
- Tengo apoyo, no puedo decir si es mucho o poco, ya lo veremos, uno no puede saber, es muy difícil, he hablado con la mayoría de ellos (los diputados), he buscado el respaldo, hay gente que está de acuerdo que yo vuelva, así como hay otros que no quieren que regrese.
¿Cómo ha visto el actuar de la Defensoría desde que dejó el cargo?
- Ya son cuatro meses desde que la institución no tiene máximo jerarca, creo que es una necesidad que la ciudadanía cuente con una Defensoría como debe ser. Tengo que decir que en estos meses, el defensor adjunto Luis Gerardo Fallas ha estado trabajando muy bien, lo ha hecho magnífico, estuvo conmigo todo el tiempo, lo ha hecho muy bien, sabe en lo que estamos, sin embargo no es lo mismo, la Defensoría debe estar estructurada como debe ser; con su jerarca y todo funcionando como corresponde a una entidad que defiende los Derechos Humanos de los habitantes, pero desde que no tiene máximo jerarca eso desgraciadamente se interrumpió.
Desde su experiencia, ¿cuáles son las reformas de fondo que necesita la institución?
- Ojalá se pudiera prorrogar el periodo del Defensor a seis años, cuatro años es poco, seis sería lo óptimo, podría pensar en que fuera ampliado a una única reelección, eso es una de las cosas que hay que analizar. Pero de lo más importante es que la elección de la Defensoría no caiga en periodo electoral, nunca en medio de las elecciones, lo que pasa con eso es que se llena de ruido; todo mundo negocia en base a la Defensoría. Imagínese una entidad que trabajó sobre Derechos Humanos que se vea expuesta a los gustos de uno u otro candidato presidencial, eso no puede pasar. Otras de las reformas que se deben estudiar es la de que esta institución debería tener rango constitucional, somos la única Defensoría de los Habitantes de toda Iberoamérica que no tiene rango constitucional.
¿Los partidos políticos más conservadores le cobran algunas posiciones?
- Sí, sin duda, algunos lo dicen abiertamente, otros los encubren, se molestan porque defiendo la diversidad sexual, que solo el hecho de traer ese tema a la discusión se convierte en algo álgido, pero eso es importante, es una apertura. En la Defensoría estamos defendiendo los derechos de las personas diversas, ellos deben poder heredar, tener visitas en la cárcel y hospitales, solicitar un préstamos, así debe ser. Con la fecundación in vitro (FIV), este es otro tema muy problemático, la etapa de que este país debe implantarse la FIV ya pasó, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) nos pidió legislar, y se los dije a los diputados: ustedes están atrasando y no legislan como corresponde. El Ministerio de Salud ya debería tener un reglamento y la Asamblea Legislativa ya debería contar un proyecto, esto se trata de Derechos Humanos.
¿Qué casos insólitos le llegaron durante su gestión?
- Tuvimos un caso muy triste, de un niña negrita que todas las mañanas le pedía a la mamá que le echara talco, que ella quería ser blanca y no quería que las discriminaran, aquí todavía hay discriminación, esa niña se quejaba porque sus compañeros de escuela le decían negra.
¿Recuerda cuáles fueron algunos de los casos más sonados?
- Tuvimos un éxito importante con el caso de las citologías, las tenían tiradas en bolsas de basura, se dio la lucha y eso se corrigió. También recuerdo el caso de las “tetas discriminadas”, cuando la paciente llegaba a hacerse las mamografías, se usaba cobalto en el seno derecho y acelerador lineal en el izquierdo, fue un pleito que se llevó a los Tribunales de Justicia, era más barato usar cobalto que acelerador lineal, ganamos ese pleito, ahora el médico escoge el tratamiento. Realmente hemos tenido cosas importantes, solucionamos aquella huelga de anestesiólogos, el tema de las citologías, las listas de espera de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Más allá de eso creo que es importante buscar una solución cuando hay problemas, no se puede encerrar en que no hay arreglos, a veces lo que falta es que las instituciones se sienten a hablar, les cuesta conversar y cuando eso pasa no se arregla nada.
¿Cuáles son los retos del próximo defensor de los Habitantes?
- Siempre muy activos, escuchando y tratando de arreglar las cosas, ahora hay una ilusión, entra Luis Guillermo Solís, equipo nuevo, pero yo quiero ver qué va a pasar, gobernar este país no es fácil. Me parece que en el Presidente electo tiene un nuevo capital politicón muy importante para hacer cosas, y si lo aprovecha creo que puede hacer las cosas, pero tiene que hacerlas rápido, se deben tomar decisiones muy importantes.
¿A qué temas se les debería dar continuidad?
- Me parece que hay que seguir con los temas que hemos seguido hasta ahora, creo que hay que reforzar todo lo que tiene que ver con transparencia, venimos trabajando sobre ese tema desde el 2010, estamos a punto de generar un indicador de transparencia en todas las instituciones. Un tema importante es el cambio climático, no somos ajenos a esa situación. Otro de los retos es llevar a la institución a otras regiones del país, lo hemos hecho, pero muy débil, no tenemos recursos, tenemos seis sedes regionales, pero cada una tiene tres funcionarios, es muy poquita gente. Habríamos querido reforzar nuestra red, pero no se pudo hacer por falta de recursos, este Gobierno saliente no nos dio ni una plaza nueva en cuatro años y no nos dio prácticamente un cinco de más.
