Cada día son más los casos de personas jóvenes que pueblan las cárceles, situación que no solo ha dado la voz de alerta a las autoridades nacionales sino que también despertó la preocupación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, resaltó la necesidad de buscar herramientas que permitan a los gobiernos cambiar estos patrones de delincuencia que no solo afectan a la población joven costarricense (especialmente la masculina) sino que son una patología social que viene en aumento en toda la región.
Otro de los aspectos que Insulza destacó que se debe afrontar de manera primordial fue el rescate de los privados de libertad para ofrecerles mejores condiciones y de esta manera evitar que vuelvan a delinquir.
Ante este panorama el Ministerio de Justicia y Paz suscribió un acuerdo de colaboración con este organismo internacional para que a través del dinero que el Banco de Integración Económica le entregó al país se desarrollen proyectos encaminados a darle una atención más integral a la población penitenciaria para evitar que recaiga en el delito.
Como uno de los primeros proyectos que se desarrollarán está una capacitación a los nuevos agentes de seguridad que contrató el Estado el año pasado.
También habrá una asesoría y vigilancia permanente, por parte del organismo internacional, para el cumplimiento de los objetivos.
Finalmente la OEA velará por que las medidas a desarrollar en el Componente 1 del préstamo del BID sean acordes con instrumentos y estándares internacionales en esa materia, particularmente aquellos de orden interamericano.
