Después de tener un hijo la vida de los padres cambia porque deben preocuparse por otros aspectos como gastos en leche, cremas y suplementos alimenticios, pero uno de los que más dolores de cabeza dan es la compra de pañales para los recién nacidos.
En promedio, un niño gasta entre 5 y 7 diarios, lo que representa un gasto que dura al menos 3 años y que en el peor de los casos puede extender hasta 5, representando una cantidad excesiva de dinero que se podría ahorrar.
Ante esto muchos utilizan técnicas para que sus pequeños traten de asimilar este cambio de la manera más fácil y rápida posible, sin embargo algunos tienen poco éxito en su intento por hacer que sus retoños puedan avisar en qué momentos quieren ir al baño.
Para el psicólogo Josué Solano lo más importante es darle confianza al niño desde el inicio, además se debe tener paciencia porque es un proceso que puede tardar meses para que logre consolidarse.
"Es muy importante darle confianza al niño, que se sienta seguro y que al mismo tiempo los padres le muestren comprensión porque en muchas ocasiones puede suceder un accidente. Todo es un proceso y hay que tener paciencia", explicó.
Por tal razón aquí le damos algunos consejos básicos que pueden ayudarle.
RECONOZCA SEÑALES
Lo más importante es saber reconocer las señales que los hijos dan a partir de los 2 años, pues muchos sienten la necesidad de no utilizar pañal debido a muchas circunstancias, la principal es el malestar que les provoca como picazón e incomodidad.
Ante esto se deben tomar las precauciones, la primera es hablar con el niño, pues según los expertos a los 2 años muchos ya entienden ciertas órdenes como avisar cuando tienen ganas de orinar o defecar.
HÁBLELE A SU HIJO
Uno de los aspectos más determinantes es comunicarse claramente, primero háblele sobre el cambio y lo que puede pasar si no avisa, pues muchos pequeños se sienten incómodos con orina en su pañal o peor aún con un poco de heces.
DÉ EL EJEMPLO
Visualmente es mejor aprender cómo se hacen las cosas con un ejemplo que con palabras. Orinar frente a su hijo no debería significar un hecho vergonzoso.
¿BACINILLA?
Parece de antaño pero a lo largo del tiempo se ha demostrado que la utilización de este recipiente es muy efectiva. Lo han usado nuestros abuelos, nuestros padres y hasta nosotros.
ENSÉÑELE EL SANITARIO
Llévelo al saniatrio para que se compenetre y además para que se vaya acostumbrado a señalar el lugar, o bien para que lo mencione cada vez que tenga ganas de orinar o defecar.
HAGA PRUEBAS
No todo saldrá a la primera, por eso las pruebas van a orientar al niño sobre lo que está pasando y también al padre. Comúnmente las práctica hace al maestro y en los más pequeños de la casa no es la excepción.
¿PREMIOS?
¡Por supuesto! Podría ser un aliciente para que el camino sea más llevadero, pero lo más importante es que para el niño podría representar una motivación el solo hecho de avisar para recibir un premio, especialmente golosinas. Eso sí, no hay que abusar de este elemento.
TENGA PACIENCIA
No se desmotive y tampoco irrite a sus hijos, el proceso es lento pero seguro, al final del camino todo valdrá la pena. Eso sí, la clave es la paciencia que pueda demostrar durante el proceso.
CELEBRE
No hay que olvidar que este logro no es tan pequeño debido a los múltiples "accidentes" que pueden suceder, por tal razón festeje con su hijo cada vez que lo logre, pero lo más importante, recuerde que ambas partes también se beneficiarán.
