Un gobierno de convergencia nacional

Los costarricenses conservamos como un bien sagrado el deseo de realizar grandes cosas en común. La fe y la esperanza mueven multitudes en la romería de la Virgen de los Ángeles. Los aficionados al fútbol apoyan a la Selección Nacional en la confianza de que el país avance. Una institución solidaria como el Seguro Social, una empresa de desarrollo como el ICE, un pilar de la sociedad como la educación pública, son resultado del trabajo de varias generaciones que actuaron con claridad en los objetivos nacionales. Eso es convergir, caminar para unirse en un punto, concurrir mayoritariamente al mismo fin.

La democracia de Costa Rica ha alcanzado una etapa de madurez suficiente como para que los sectores productivos, los movimientos sociales y las fuerzas políticas converjamos en el periodo 2014-2018, uniéndonos en objetivos nacionales con una visión de país y un gobierno de convergencia nacional. Se requieren nuevas y constructivas prácticas políticas de participación ciudadana para superar el sectarismo paralizante que debilita al cuerpo social de la nación.

Las democracias cuyas fuerzas vivas tienen la sabiduría de concertar propósitos nacionales y políticas públicas logran superar el estancamiento político, impulsar el desarrollo y asegurar la inclusión social. Los ejemplos de Alemania y Brasil o del nuevo Pacto por México, son lecciones actuales que señalan una vía para encontrar el hilo conductor de nuestras esperanzas.

El movimiento que encabezo tiene la responsabilidad de hacer su propia autocrítica y la capacidad de trascender sus carencias y errores. Los ideales de siempre deben adecuarse a las nuevas realidades y exigencias del tiempo que vivimos. Así recuperaremos la perspectiva de la estrella que guíe nuestra acción hacia el bienestar del mayor número de costarricenses.

Me preocupa el crecimiento acelerado de la desigualdad. Es inaceptable que Costa Rica sea el país latinoamericano en donde más ha aumentado la desigualdad en los últimos diez años. Me preocupan los cada vez más frecuentes actos de corrupción que minan la confianza de mis compatriotas. Me preocupa la pérdida de competitividad de nuestra economía por infraestructura insuficiente, desmedido aumento de los precios de la electricidad y exceso de trámites burocráticos. Me preocupan el desempleo y la pobreza que afectan a importantes sectores de nuestra población, incluida la juventud. Me preocupa la fragilidad del estado de bienestar por el deterioro de la CCSS o del sistema de educación pública.

Estas y otras preocupaciones son compartidas por muchos dirigentes del movimiento político que ofrece mi candidatura para la presidencia de la República y son a la vez preocupaciones de la inmensa mayoría de los costarricenses.

¿Cómo asumimos esas carencias y cuál es nuestra voluntad para corregirlas? Primero, tenemos que reconocer con humildad, y respeto a los ciudadanos, nuestras responsabilidades y las de nuestros gobiernos en la situación que vivimos. Segundo, debemos ser capaces de rectificar y plantear nuevas obligaciones, nuevas ideas, nuevas prácticas políticas y nuevos liderazgos que trasciendan estas preocupaciones, así como ejecutar las grandes rectificaciones que Costa Rica demanda.

La ciudadanía reclama con urgencia un liderazgo fuerte que resuelva problemas. El movimiento político cuya conducción política me ha sido confiada tiene que reinventarse, reconstruir un sentido de pertenencia dentro de un proyecto de país: solo así volverá a tener fe el electorado en su propio destino y en la dirigencia política nacional.

Necesitamos mucha humildad, vocación al diálogo y espíritu patriótico para concertar acuerdos nacionales. Necesitamos convencer a otras fuerzas productivas, fuerzas sociales y fuerzas políticas para que de manera conjunta enfrentemos las dificultades del presente y los desafíos del futuro.

Vamos al proceso electoral a convencer a los conciudadanos para que nos den su voto, no solo para la presidencia de la República sino también para nuestra papeleta de diputadas y diputados. Estamos convencidos que el país necesita un gobierno fuerte, con mayoría en la Asamblea Legislativa, que restaure la gobernabilidad y la eficiencia en el funcionamiento del Estado.

Sin embargo, no me confundo y estoy convencido de que es tal la complejidad de los problemas que afectan a nuestra sociedad, que es virtualmente imposible resolverlos con el protagonismo hegemónico de un solo partido político.

Se requieren altos niveles de concertación entre sectores productivos, movimientos sociales y fuerzas políticas. Por eso planteo la necesidad de conformar en el periodo 2014-2018 un gobierno de convergencia nacional, que nos permita dejar atrás la fragmentación del sectarismo paralizante con nuevas y más constructivas prácticas políticas. Lo repito en este artículo con todas las palabras para quienes me honren leyéndolo y meditando sobre mis preocupaciones, reflexiones y propuestas.

Llegó la hora de ganarle el pulso al pesimismo. Reconozcamos y superemos nuestras debilidades. Corrijamos y construyamos. Unámonos para incluir y sumar. Soñemos en una Costa Rica mejor para todos. Nuestra democracia reclama una nueva visión de la política.

En fin, me complace informar que he recibido un mandato suficiente para proponer la convergencia nacional y ampliar con ese propósito el diálogo con todas las fuerzas vivas del país.

En la reciente sesión de la asamblea nacional que ratificó mi candidatura presidencial, los más de sus miembros se pusieron de pie para aclamar estas ideas que aquí comparto. Los retos actuales del desarrollo nacional son de tal magnitud, que estamos llamados a constituir una nueva mayoría para resolver eficaz y prontamente los problemas acumulados y los desafíos del porvenir.

Construir las condiciones de diálogo nacional y presentar los proyectos concretos que hagan viable converger en políticas públicas de consenso y alcanzar acuerdos nacionales, será uno de mis objetivos prioritarios, para responder a la confianza mayoritaria de los costarricenses.

*Candidato Presidencial por el Partido Liberación Nacional

PERIODISTA:

EMAIL:

Jueves 22 Agosto, 2013

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Johnny Araya Monge