A pesar que en Costa Rica el trabajo infantil es un problema que viene reduciéndose considerablemente, todavía existen familias que tienen esta costumbre.
En este momento, cerca de 7 mil jóvenes se ven beneficiados con una beca de ¢60 mil, que corresponde a lo que ellos más o menos podrían estar ganando en la calle, por eso es que en la jerga popular se dice que se les está pagando por estudiar.
Para poder consolidar estos recursos el Fondo Nacional de Becas (Fonabe) firmó un convenio con el Ministerio de Trabajo (MTSS), el cual busca que las personas menores de edad que se encuentran en riesgo de abandonar los estudios o ya lo hicieron, para dedicarse a trabajar, regresen a las aulas de escuelas y colegios.
“Es lamentable que, pese a la legislación existente, tengamos casos de menores de edad trabajando; a ellos son los que estamos atendiendo con estas becas, cuyo monto es de ¢60 mil, el aporte más alto que tiene FONABE”, explicó el Olman Segura, jerarca de Trabajo.