Viernes 26, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

Nomofobia o el cuarto mono

Marvin Obregón A.*

Este término “nomofobia” es una abreviatura de la expresión inglesa “no-mobile-phonephobia” y se acuñó durante un estudio que se realizara en el año 2011 en una oficina de correos británica, el Royal Mail, para estimar el grado de ansiedad que podía generar en los usuarios de teléfonos móviles el no contar por un momento con el dispositivo. La muestra fue de 2.163 personas, un 53% evidenciaron clara ansiedad cuando se les perdió su teléfono, se le fue la batería o no tenían cobertura. Según parece los hombres tienden a padecer más esta fobia que las mujeres.

La característica principal de un nomofóbico es que no puede salir a ningún lado sin su celular, duerme con él debajo de la almohada y lo primero que hace al despertar es revisar si dicho aparato se encuentra en buen estado, si tiene mensajes o si la batería se cargó. Siente ansiedad cuando, por alguna razón, no puede contestar una llamada, sea por estar delante de alguien y no le conviene, o porque se encuentra en una conferencia o reunión privada, etc. En términos sencillos, la nomofobia es aquel miedo irracional de algunas personas a estar sin el celular en la mano. Este tipo de dependencia es tan problemática como cualquier droga, solo que en caso del celular aún no es considerado como tal, de modo que su nocividad es imperceptible. Este tipo de adicciones puede contribuir a que se disparen actitudes de ansiedad, dispersión y ciertas tendencias predelictivas como el no trabajar, o hacerlo a medias por estar con el celular en las manos.

Es fácil determinar este problema cuando nos encontramos en una fiesta, vamos en el bus o nos encontramos en una sala de espera; la gente no se comunica, sino que se la pasa mensajeando, viendo videos, oyendo música con el manos libres puesto, etc. 

Consideré ilustrativo retomar el gracioso meme de los cuatro monos: el primero no ve; porque tiene los ojos tapados con sus propias manos, el segundo no escucha, el tercero no habla y el cuarto está con el celular; lo que constituye el compendio de los tres anteriores. Viene bien a colación ese meme que circuló unos días por las redes: “¡finamente apareció el cuarto mono!, ya que nos recuerda que “somos como monos”; reafirmándose así la teoría darwiniana de que el hombre deviene del simio; pues todo lo que vemos lo copiamos sin pensar, ni razonar lo conveniente que sea o no aquella o esta práctica; simplemente porque la mayoría lo hace, yo lo tengo que hacer; es parte del llamado sentido común que se impone ante las personas que las arrastra a hacer estupideces.

En resumidas cuentas, el cuarto mono es una combinación de los tres anteriores y es precisamente el problema que tenemos ahora con ese bendito aparato, que si bien es cierto es muy útil, lo ocupamos para todo, pero se presta para que la gente no se comunique entre sí sino entre persona-celular, pues se la pasa con el móvil en la mano todo el día.

Repito: la gente -sobre todo niños y jóvenes- no se comunican normalmente, ya no existen aquellas pláticas, o tertulias que solíamos tener con los mayores. Era trasmisión de la palabra articulada, conversación de tú a tú… que tanto entretenimiento generaba y hasta se podría decir “terapéutica” entre los individuos se extinguió… ¡El uso excesivo del celular es también otra de las maneras que tiene esta sociedad tecnocrática de “enfermarnos tecnológicamente” e irnos matando de manera imperceptible y lenta…!

Es cierto, dicho dispositivo es muy útil, necesario y sin él ya no podemos hacer nuestro trabajo, pero es el colmo que de ser una herramienta pasó a ser el único medio de comunicarnos con los demás de manera artificial. 

Los novios marcan, no entre ellos; sino cada uno por aparte con su celular; si hay una fiesta de cumpleaños en la familia, o somos invitados a una ajena, usted puede mirar a su alrededor y podrá confirmar que todos están con ese aparato en la mano, mensajeando con alguien, quien se encuentra en un cuarto de la misma casa. Eso hace que cada vez las personas pierdan ese contacto físico-afectivo necesario para el amor, la tolerancia, la compresión y el llevarse bien con los demás porque las relaciones se tornan frías, calculadoras, distantes, autosuficientes y vacías.

Los ancianos y los niños muy pequeños -que ni siquiera pueden manejar un aparato de estos- son quienes sufren esta situación porque se ven aislados, sustituidos y olvidados, debido al uso de un aparato tecnológico, porque nadie quiere compartir con ellos. “Todo el mundo” está muy “ocupado” en la casa, en la oficina, en la calle, con su celular en las manos, prensado en ellas, puesto al cuello, al oído, haciendo nada… perdiendo el tiempo…

 

*Bach. Psicologia

[email protected]

PERIODISTA:

EMAIL:

Miércoles 18 Septiembre, 2019

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA