Los hijos no mandan en los hogares

EDITORIAL

Qué difícil es la situación vivida por muchas familias donde los jóvenes toman una decisión poco acertada al dejar los estudios, pero aparte de esto tampoco quieren trabajar ni hacer nada por la vida.

En otras palabras, desean tirársela rico y recibir todo a manos llenas sin tan siquiera moverse del sillón, pues actualmente la tónica es pasar viendo series, así como jugando con computadoras, celulares o consolas de videojuegos. Casi que hasta la comida hay que llevárselas, porque si no ni desayunan, ni almuerzan y menos cenan.

Además, si a estos muchachos se les pide que ayuden en las labores del hogar parece que se les está madreando, por lo que ni siquiera la ropa que se ponen ni el plato en el que comen son capaces de lavar. Creen contar con una empleada en la figura de su madre.

Lo peor de todo es que muchos de estos jóvenes parecen pensar que sus padres serán eternos y durante lo que les reste de vida podrán o querrán salvarles la tanda, los mantendrán y les brindarán todo cuanto se les antoje.

En este punto, la sociedad debe preguntarse ¿dónde están los padres responsables que les ponen los puntos sobre las íes a sus hijos y no les permiten abandonar los estudios?

En caso de que no lo hagan, tienen que ponerlos a caminar para que consigan trabajo, pues, como decían los abuelitos, el arroz y los frijoles que cada uno de los miembros de la familia se come debe ganárselos, ya sea estudiando, trabajando o por lo menos ayudando en el oficio de la casa.

Quizás suene fácil decir esto, pero nadie sabe lo que significa lidiar con una situación hasta que la vive. Sin embargo, se insta a los padres que atraviesan dicho predicamento a hacerse respetar y definirles a sus hijos que en esta vida no se puede andar dejando todo botado sin que haya consecuencias.

El tema de los ninis, esos jóvenes que ni trabajan ni estudian, en algunos países se creía que iba en picada. Sin embargo, a nivel de América Latina, el fenómeno sigue en aumento, pues a 1 de cada 5 muchachos de la región se califica como tal.

Los datos que maneja el Banco Mundial se tornan alarmantes y nosotros como adultos no podemos dejar que eso siga pasando, pues engrosar estas estadísticas que por demás son negativas no deja ningún beneficio a la sociedad.

Uno de los detalles más lamentables consiste en que la mayoría de estos ninis son mujeres, lo que realmente resulta muy contradictorio en una sociedad que cada vez pide más oportunidades e igualdad, pero, si las féminas no le ponen para ganarlas, estas no llegarán por sí solas hasta su puerta.

Según datos a nivel de la región, ya los números señalan los 20 mil jóvenes en esta condición, una tercera parte de ellos son mujeres de entre 15 y 24 años, así que con tristeza nos preguntamos qué quieren ser en la vida.

Lo peor de este panorama con respecto a las mujeres es que, como dependen de que alguien las mantenga para subsistir, se casan con el primero que les pase por delante y luego surgen los casos de agresión, que en su mayoría terminan en muerte, porque estas chicas no aprendieron a hacer otra cosa que poner la mano para que les dieran dinero.

Cuando se presentan situaciones de ninis en nuestras familias, los adultos debemos hacerles entender que no hacer nada en la vida no es bueno, porque cuando quieran arrancar puede ser muy tarde.

Estos jóvenes no tienen derecho a quejarse ni poner como excusa que la sociedad les da la espalda, ya que el problema surge precisamente porque ellos se la dieron primero tras decidirse a no aportar nada en el ámbito de su formación educativa ni en el quehacer laboral.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Sábado 09 Marzo, 2019

HORA: 12:00 AM