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Nacionales

“Mi vida era el deporte, en lo académico un desastre”

Gustavo Matosas, seleccionador nacional

  • Gustavo Matosas compartió con la gerente general de Grupo Extra, Iary Gómez (izq.) y Sandra Cordero, subdirectora de DIARIO EXTRA. (Fotos: Herbert Arley)

  • En entrevista para Extra Deportes, con los periodistas Alex Calderón y Rodrigo Murillo (se trasmite este martes a las 11 de la noche)

  • El seleccionador con los compañeros de Rotativa

  • El sudamericano con el equipo de deportes del Periódico de más Venta en Costa Rica

El guion de esta entrevista no fue la táctica, el boceto de juego no se centró en el análisis del fútbol ni del sistema de juego que presentará la Selección Nacional cuando Gustavo Matosas asuma las riendas de manera oficial. Más bien fue una reunión para conocer a la persona más allá del terreno de juego; un encuentro en el que el tiempo no marcara la cancha y en el que el entrenador uruguayo se sintiera cómodo recordando facetas de su infancia.

Matosas hizo un recorrido de todo un día por las instalaciones del Grupo Extra, en el que conoció en detalle el edificio, la redacción de DIARIO EXTRA, los sets y controles de Extra TV, la Rotativa (donde se imprime el periódico); y compartió de forma muy gentil con los empleados que se encontró en cada uno de los pasillos. A todos saludó con amabilidad. Según dijo, su premisa de vida es respetar para que te devuelvan respeto.

La charla transcurrió en un ambiente de gran camaradería. En la animada conversación desfilaron los recuerdos, aunque del técnico solicitó no tocar por ahora algunos temas “serios”. 

A la hora del almuerzo su menú fue pescado y puré, acompañado de refresco de sandía, para concluir con un flan y la respectiva tacita de café negro.

El tiempo voló sin que ninguno de los presentes se percatara. Matosas reveló detalles de su vida, de los que habla muy poco, los cuales quedaron plasmados en estas líneas.

Por ejemplo, sabía usted que al seleccionador nacional le apodaban Loco en su época de futbolista, que su infancia siempre estuvo ligada al fútbol, pero en la escuela perteneció también a las selecciones de volibol, baloncesto y balonmano.

Se inició en el equipo “Las Naranjas Mecánicas”, en su casa era prohibido dejar juguetes en el piso porque su padre Roberto se podía lesionar. Confiesa que su comida favorita son las carnes. Finalmente lamenta no haber podido estudiar Derecho u Odontología debido a su ocupación a tiempo completo como futbolista.

 

PRIMERA PARTE: MATOSAS
 CUENTA INTIMIDADES

 

¿Cómo fue su infancia?

-(Pensativo)… Mi infancia siempre fue jugando al fútbol, estudiando un poco, pero terminaba la escuela, tiraba la mochila y jugaba al fútbol; desde muy chico sabía que iba a jugar fútbol. Mi infancia estuvo vinculada a todos los deportes. En la escuela estaba en la selección de volibol, baloncesto y handball (balonmano). Mi vida era el deporte, en el resto de las cosas sacaba 6 o 7.

Entonces no era muy aplicado en lo académico…

-Era un desastre, pero en el deporte era un 10.

¿Fue bueno en todos los deportes?

-En todos. (Hace una pausa y sigue con la respuesta)… En varios deportes soy más o menos, en ninguno soy sobresaliente, pero en todos me defiendo. Aparte, para ganarme me tenés que pegar con un palo en la cabeza porque no me van a ganar así no más, en el deporte que sea.

¿En cuál equipo empezó su aventura en el fútbol?

-Pertenecía a un equipo que se llamaba Las Naranjas Mecánicas, porque era la época en que destacaba Holanda, y el que le puso así. Teníamos un equipazo, era un equipo solo de amigos.

¿Qué vida se lleva siendo hijo de un futbolista?

-Cuando alguien me pregunta si vendrán todos mis hijos (a Costa Rica), no, porque no los muevo, porque sufrí mucho con eso, siempre me estaba yendo. Hacía amigos y al poco tiempo me estaba yendo, entonces a mis hijos los dejo normalmente en Uruguay, porque ya tienen sus amigos. Sufrí bastante con eso, siempre hacía amigos y me estaba yendo, volvía y me estaba yendo.

¿Cómo se describe como padre en su faceta como futbolista y ahora como técnico?

-Me gusta que mis hijos estén en Uruguay, que tengan su vida, sus amigos, sus raíces, que tengan todas sus cosas en un solo lugar. Siempre voy a Uruguay a verlos, ellos siempre viajan dónde estoy, todos los días hablo con ellos dos o tres veces. 

¿Qué edades tienen?

-Cristian cumple 18 años en diciembre y juega al fútbol; Francisco 14 y juega al rugby, Alexio 12 y juega al basquetbol; finalmente Valentino que tiene 2 años, lo voy a hacer tenista (risas). 

¿Cómo fue esa comunicación con su padre y qué enseñanzas le dio que ahora pone en práctica?

-Lo que pasa es que absorbí todo muy naturalmente, vengo de casa de un jugador de fútbol que fue maravilloso, mi papá fue uno de los mejores jugadores del mundo. Y absorbí muchas cosas de forma natural, como prepararte para ir a entrenar, seguía estando con él cuando era entrenador, veía como estudiaba, como hacía planificaciones y todo eso lo aprendí de forma muy natural. Fue importante porque vi la dedicación que tenía para esta profesión.

¿Cómo fue esa convivencia?

-Recuerdo cuando éramos chicos que en mi casa no podíamos dejar juguetes en el piso, porque mi madre decía que si pasaba mi padre se podía torcer un tobillo y que vivíamos de eso, entonces no podía haber canicas, autos de ruedas, nos hacían levantar todo, no podía haber juguetes en el piso. Ya se tenía una mentalidad de cuidar tus piernas.

¿Qué platillo no puede faltar en su dieta?

-La carne, soy carnívoro. El asado no puede faltar.

¿Le gusta cocinar?

-No, soy un desastre para la cocina. Lo único que hago bien es el omelet por la mañana para mis hijos.

¿Cómo le ha ido con la comida de Costa Rica?

-Espectacular. Me encantan los desayunos y las ensaladas, estoy encantado de la vida. Me gustó mucho el gallo pinto.

¿Se considera bohemio?

-En algunas cosas sí. Acepto que todo mundo -sin que te falte el respeto- haga lo que quiera. No juzgo a la gente por sus gustos, me gusta ir a un lugar y estar tranquilo. Me gusta mucho sentarme en un café, por ejemplo, en Buenos Aires, que no me conoce nadie y mirar a las personas y ver qué hacen. Me gusta ir a la playa y quedarme hasta las 11 de la noche con mis hijos, que no haya luz, teléfono, ni nada.

¿Es más de playa o de montaña?

-De playa, pero no soy un lagarto tirado al sol. Me gusta ir a la playa y hacer actividad física, tengo que hacer cosas porque si no pienso que se me está pasando la vida. Juego al fútbol, entro a nadar…

 

SEGUNDA PARTE: QUISO SER
ABOGADO U ODONTÓLOGO 

 

¿Es el buen vestir uno de sus códigos?

-El buen vestir me parece importante. Mucha gente me pregunta eso, considero que al equipo o la selección que represento debe sentirse bien representada. Que la gente diga este tipo nos representa bien.

¿Le quedó algo por hacer siendo niño y adolescente?

-Sí. Tendría que haber terminado una carrera, tendría que haber aprendido más de dos idiomas, tendría que haber aprendido guitarra que fue un sueño que tuve toda la vida y no lo he conseguido. Jugué 15 años al fútbol y tuve que haber terminado dos carreras, Derecho y Odontología, que me gustan. Tienes tanto tiempo en las concentraciones que a veces desaprovechas y hoy con los años me digo cómo no usé ese tiempo, una carrera de 5 años la hubiera hecho en 8 años, pero no sucedió.

¿Es cierto que uno de sus autores favoritos es Paulo Coelho? ¿Por qué?

-Más que uno de mis autores favoritos, fue un libro que me cambió la vida, cuando leí El Alquimista. La frase que escribe: cuando deseas algo con todo el corazón, el universo conspira para que lo consigas. Después empecé a investigar eso y estaba bien. 

Yo tenía pensamientos muy negativos cuando tenía 18 años, cuando estas en ese momento de desconcierto me decía que estaba haciendo algo mal, pensando mal las cosas, atrayendo cosas malas, entonces ahí empecé a escribir cosas que quería, y esa frase cambió mi vida.

Siempre utiliza un verbo muy positivo y utiliza la psicología inversa, ¿es correcto?

-Sí, exactamente; y también creo mucho en la programación neurolingüística.

¿Es cierto que le salen muchas admiradoras en los equipos o países donde dirige?

-No me doy cuenta, yo que sé. No me dedico a eso, soy entrenador de fútbol. Lo que sí es que en cada lugar que voy siempre encuentro muy buena gente, gente que sin conocerme me recibe muy bien, que me trata bien en todos lados, la verdad soy un tipo afortunado.

¿Alguna mujer le ha dicho un piropo pasado de tono?

-(Risas)… Me han dicho sí, pero sobre todo cosas muy lindas, las tomo como parte de mi profesión también. Algunos pasados (se vuelve a reír).

¿Les ha prestado atención a las ticas?

-No, lo que más conozco de Costa Rica es el DIARIO EXTRA y el Hotel Intercontinental, por ahora no conozco otra cosa. 

 

TERCERA PARTE: NO TOLERA
LA FALTA DE RESPETO

 

¿Qué le molesta a Gustavo Matosas como persona?

-La falta de respeto, la mentira.

¿Es más de carácter fuerte en la cancha o en la casa?

-Cuando hace falta. Mucha gente me pregunta eso… ¿qué estaría bien que uno diga? Que soy remalo y cuando me enojo… pero yo qué sé, cuando venga la situación ya se darán cuenta.

Pero, ¿qué es lo que más le molesta?

-Me molesta que no sepa vivir la profesión. Hay gente que tiene que salir a las 5 de la mañana para ganar el pan de cada día.

¿Cuál es su modelo de vida?

-Me levanto temprano, tomo café primero, luego tomo unos mates tranquilo, hago deporte, que no me puede faltar, porque tengo los genes desde muy chico y es lo que me genera endorfinas, necesito hacer deporte todos los días, cuando no hago me siento mal, pesado, gordo, así que todos los días tengo que hacer deporte.

¿Qué jugador actual se parece a usted cuando era futbolista?

-Fui un jugador limitado, que tenía buena actitud y en la mente no me ganaban fácilmente. Hoy valoro mucho el jugador dinámico y quizás eso sí lo tenía. Ese jugador que va, que viene, que no se dedica solo a una función, sino que es un todo terreno, que puede defender y atacar. Valoro eso en el jugador, valoro mucho al volante mixto, no solo el que se dedica a marcar, sino que marca y encima que la pasa bien y  juega. 

 

CUARTA PARTE: MATOSAS Y
EL TRAJE NEGRO

 

¿Tiene algún tipo de cábala?

-Le cambio el nombre por rituales ganadores, pero no tengo. Aunque te voy a decir un ritual ganador mío: si el día antes de un partido me afeito o me dejo la barba y lo hago el mismo día que gano, la próxima vez lo hago el mismo día, si pierdo lo hago un día antes. Pero no más que eso.

¿Pero entonces si cree en las cábalas?

-No. Pero te voy a contar un ritual mío: tenía un traje negro que cada vez que me lo ponía perdíamos, y me lo seguía poniendo y volvía a perder; así que me lo puse cuatro veces y perdimos las cuatro veces. Entonces llego un día al hotel y le digo al traje “yo te voy a arreglar”. Viene un equipo que no le había ganado nunca, Chivas de Guadalajara; me dije a Chivas no le gané nunca así que me van a ganar, me pongo mi traje negro, corbata negra y voy a la cancha y ganamos 2-0, así que dije “este es el traje de los imposibles”. Lo dejo colgadito el traje, separado para que no se me contaminaran los otros; viene América y las veces que fui con Querétaro no le había ganado, con León empatamos dos veces, entonces le digo amigo (al traje) otra vez vamos a la cancha y ganamos 2-0, otra vez colgadito. Llega la tercera, final en el Azteca. Llegamos al Azteca y le digo vamos querido traje de los imposibles, pin, pun pan… le ganamos 3-1 en el Azteca. Pero ese traje no lo usé nunca más. 

Y esto no lo conté nunca, cuando llego a León uno de los trabajadores tenía 20 años y hoy es como si fuera un hijo más porque fue un muchacho que me trató muy bien, y me dice profe no quiere que le guarde ese traje, le dije que sí porque algún día se lo voy a pedir. Entonces guardó el traje con que salimos campeones y le puso atrás el traje de los imposibles y lo tiene guardado en la casa.

¿Le molestó que algunos jugadores no se pusieran de pie al conocerlo previo al partido ante México?

-La verdad es que no le di importancia. Es como si usted estuviera de espalda y entro rápido… El inconveniente es que a los jugadores no les avisaron que iba a llegar a saludarlos, entonces algunos se sorprendieron, otros se pararon, pero me lo tomé como algo sin importancia. Es más, la charla que tuve después del partido contra Colombia con los referentes fue muy buena, hablamos cosas muy importantes que me entusiasmaron, que me ilusionaron. Lo otro fue un evento sin importancia, no me generó absolutamente nada.

¿El mejor futbolista con el que jugó y enfrentó?

-En mi posición uno de los mejores jugadores que vi fue Michel, que jugaba en el Real Madrid. Y haber jugado contra Maradona, a quien no podías parar, no había manera; cuando él frenaba uno estaba arrancando y viceversa. Un día jugamos Uruguay y Argentina en la Copa América del 87, y un compañero me dice Loco (así le apodaban) cuando yo te aviso lo reventamos. Ruggeri le tira un pase largo a Maradona pegado a la raya, viene Maradona corriendo que aparte tenía estilo para hacerlo y viene mirando la pelota, y me gritan ‘ahora Loco’, y salí para atropellarlo, detrás de mí el compañero, y ni siquiera nos miró, la tocó por encima, choqué con mi compañero y siguió solito a su paso.

¿Por qué le decían Loco?

-Porque siempre iba fuerte a la pelota. 

 

QUINTA PARTE: BUSCA
JUGADORES QUE SE ENTREGUEN 

 

¿Cuáles son las características indispensables que debe tener un jugador para ser convocado?

-Tiene que vivir el fútbol con pasión, porque no entiendo la vida sin pasión en ningún orden, ni como padre, ni como entrenador, ni como nada. Creo que el que no tiene pasión está condenado a no conseguir el éxito.

¿De dónde viene la amistad con Marín Arriola, entrenador de Cartaginés?

-De Uruguay, jugamos en Basáñez, volvía de Brasil y el presidente de Basáñez era muy amigo mío, un gran boxeador que hubo en Uruguay. Fui y jugué 4 o 5 partidos y Martín jugaba ahí, nos conocimos e hicimos buena relación.

¿Candidato para ser asistente técnico?

-Es uno de ellos. Todavía no quiero anunciar nada, porque no quiero incomodar a nadie.

¿Qué técnicos lo marcaron?

-En cuanto al profesionalismo Tabárez (Óscar Washington) me marcó mucho. Me agarró a los 18 años y tuvo mucho que ver en mi profesionalismo como jugador. Me enseñó que había que llegar temprano y quedarse un rato después, nos puso reglas, nos enseñó a ser profesionales. Y el que me cambió la mentalidad fue Telé Santana. El fútbol para mí es antes y después de Telé Santana. Me mostró la simplicidad, el juego en equipo, no había figuras, éramos todos iguales. Me enseñó todo, a pegarle a la pelota, me mejoró muchísimo. Telé me cambió la vida.

¿Cómo suele marcar la cancha?

-Todos sabemos lo que está mal y lo que está bien. Me gusta el respeto en todo, entre los compañeros, con todos los funcionarios me gusta que se dé el respeto. Los que trabajan conmigo, el que da la ropa, el que te hace masajes, el que corta el pasto, es como si estuvieran hablando conmigo, pertenecen al cuerpo técnico, eso me parece que es lo más importante.

La gente que trabaja conmigo todos tienen que respetarlos como si fuera yo mismo. El respeto para mí es fundamental, después veré si alguno llega 5 minutos tarde cuánto lo multo, si la próxima vez no lo cito, pero todos sabemos que llegar tarde está mal, que llegar desalineado está mal, que llegar sobre la hora del entrenamiento está mal, cosas que ustedes saben que están mal. No tengo que hacer una lista de esto que está prohibido y esto está bien, es sentido común.

 

SEXTA PARTE: ESPERABA
DIRIGIR UNA SELECCIÓN

 

¿Cuántas oportunidades le da a un jugador?

-Creo que una oportunidad te permite ganarte la otra. Si te cito y veo que no tienes actitud, que estás jugando mal, que no le ponés ni ganas, que no tenés ni buena onda, como que no te ganaste que te vuelva a citar nunca más. Ahora si te traigo y veo que no andas bien, pero vas y trancas con la cabeza, luchas y veo que quiere, se merece una chance más, a lo mejor la otra vez venís mejor. Cuando estés mal dame algo que te ayude a volver. Porque el salvavidas si no andas bien es matarse corriendo, dar la vida por el equipo, que con eso te salvas. Porque a veces no se anda bien, yo pasé una época que erraba pases de 3 metros y me decía que carajos me pasa y lo que tenía era una tranca (depresión) emocional. Fui al psicólogo, le dije lo que me pasaba, trabajamos en eso y en 10 días era otro.

¿Qué es algo que jamás le perdona a un jugador?

-Que represente mal al equipo y que nos deje mal parados a todos. Lo otro un día puede pegar una patada, le pueden sacar una doble amarilla, pero que nos deje mal parados a todos, como institución, como grupo, no lo perdono, no hay manera, porque es la imagen de todos.

¿Cómo se relaciona con el jugador?

-El mismo respeto que exijo para los que trabajan conmigo y a mí, es el que le doy al jugador y exijo que le den al jugador, como tiene que ser. No hay mucho misterio. Usted puede ser muy duro sin ser grosero.

¿Qué ve en un jugador?

-Depende la posición. Hay posiciones que la clase y calidad tiene mucho que ver. Por ejemplo, quiero defensas que sean aguerridos, que vos como delantero cada vez que venga uno digas qué miedo.

¿Se imaginó dirigiendo a la Selección de Costa Rica?

-No, pero es un sueño que tengo, hace años que quiero estar en una selección. Y me llega en el momento justo también. Cuando me llamó el presidente dije que me encantaría.

¿Qué se le vino a la mente cuando le hablan de dirigir a la Tricolor?

-Lo primero que se me vino a la cabeza es que viene de disputar dos mundiales, hay que ir a tres.

¿Qué opinión tiene de la prensa deportiva de Costa Rica?

-Todavía que no ha empezado a rodar la pelota son fantásticos, después veremos. Pero no tengo grandes inconvenientes con la prensa, al contrario, me han tratado muy bien, me han recibido muy bien.

¿Considera que algunos futbolistas cuando llegan a la Selección se cuidan de más para evitar una lesión?

-No creo, eso es convicción, convencimiento, pasarles el entusiasmo, porque eso hay que pasarlo también. Decirles “vamos que hoy nos jugamos la vida”, yo creo eso.

De los partidos que observó, ¿qué le llamó la atención?

-Me pareció que hay buenos jugadores, vi partidos intensos, hoy en el fútbol mundial precisás intensidad sí o sí. Algunos jugadores me confirmaron que están en un buen nivel, como yo esperaba y otros me sorprendieron.

¿Le sorprendieron algunos jugadores que no tenía en el radar y que puede convocar?

-Sí, es probable que sí. Sabía el nombre y dónde jugaban, pero no les había hecho un seguimiento individual en la cancha.

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Lunes 12 Noviembre, 2018

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