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Opinión

Sueño con un país en el que una niña pueda aspirar a ser presidenta

MBA. Franggi Nicolás Solano*

Si bien nuestro país ha avanzado en términos de legislación para propiciar la equidad de género, muestra de ello es que la próxima Asamblea Legislativa tendrá 26 diputadas, más que en ninguna otra oportunidad. Lo cierto es que para nosotras las mujeres sigue siendo mucho más difícil ocupar espacios de liderazgo y toma de decisión.

Estas diferencias sustanciales continúan siendo notorias en espacios municipales. Cifras oficiales señalan que solamente un 12,3% de los alcaldes de Costa Rica son mujeres y apenas un 35% de los puestos de regidores son ocupados por mujeres. Las dificultades son también evidentes en el ámbito laboral, donde la pobreza y la desigualdad siguen teniendo rostro de mujer.

En materia laboral las mujeres costarricenses continuamos en desventaja y los avances son lentos e insuficientes: una mujer costarricense tiene hoy por hoy más probabilidad de estar desempleada que un hombre de su misma edad, el desempleo en la población masculina ronda el 7%, mientras que en las mujeres es de un 10,6%.

Por su parte, las que logramos obtener un trabajo, en promedio percibimos entre un 20 y un 30% menos de salario, desempeñando exactamente las mismas funciones que un hombre. Todo este marco de desigualdad se agrava si tomamos en consideración que en nuestro país existen limitaciones mayores para las mujeres nacidas en un territorio rural, indígena o costero.

El Foro Económico Mundial en su reporte del 2016 señaló que para que en el mundo la brecha salarial entre hombres y mujeres desaparezca harán falta 170 años, lo cual indica que sin las acciones pertinentes no estaremos exentos de tan terrible realidad.

Lo justo y por lo cual en lo particular estoy comprometida a luchar en torno a la igualdad de género será:

-Impulsando legislación que permita combatir los estereotipos y desigualdades de género desde la edad escolar. Desde el Ministerio de Educación Pública debemos procurar en los centros de estudio una educación inclusiva, participativa y generadora de conciencia social a base de igualdad entre los géneros. Este proceso de formación permitirá adultos libres de prejuicios y nos alejará de prácticas sociales discriminatorias.

-Fortaleciendo el apoyo gubernamental y la coordinación interinstitucional en programas como la Red de Cuido, los Cecudi, las Oficinas Municipales de Atención de la Mujer, etc. Todos estos, programas valiosos para la reducción de las brechas de género producto de los roles tradicionales.

-Impulsando políticas que busquen reducir las diferencias y abismos de formación existentes entre hombre y mujeres; facilitando mecanismos de incentivos que promuevan especialmente la conclusión de los estudios de mujeres, sobre todo de zona rural y adolescentes embarazadas.

-Legislando en torno a la inversión obligatoria en la capacitación y promoción de liderazgos femeninos dentro de los partidos políticos, esto por cuanto en mi opinión el problema no reside solamente en aspectos metodológicos, reside en aspectos de formación que no hemos atendido como sociedad y en ciertas limitantes culturales todavía no superadas dentro de los partidos políticos.

-Promoviendo una ley que obligue a la implementación de la paridad en los órganos colegiados del aparato gubernamental, que abarque juntas directivas y asociaciones de desarrollo en Costa Rica.

-Impulsando desde la Asamblea Legislativa acciones que fomenten los emprendimientos femeninos, mediante políticas que faciliten el acceso al crédito a la mujer empresaria, así como legislando en torno a una política que incentive a las empresas costarricenses a contratar más mujeres en sus planillas mediante un “sello de equidad” y mecanismos de reconocimiento empresarial.

Las posibilidades que tenemos las mujeres de participar en la política e incidir en espacios y roles de mando no ha sido una conquista obtenida de manera fácil. Ha sido un proceso paulatino, hace tan solo 68 años que Bernarda Vázquez emitió su sufragio, siendo la primera mujer costarricense en ejercer su sagrado derecho a decidir mediante el voto. De manera tal que aún queda mucho camino por recorrer, camino que tenemos que recorrer juntas, mediante la práctica más hermosa de solidaridad entre el mismo género llamada sororidad, entendido que en la medida que una mujer avanza, todas avanzamos.

En mis años de participación política he constatado que en Costa Rica existen cientos de mujeres valiosísimas, extraordinarias, talentosas, con una sensibilidad social inmensa y con vocación de servicio. 

Uno las puede ver trabajando en sus comunidades, en las escuelas, en las Asadas, en las redes de caminos, en diversas organizaciones vecinales, y muy a pesar de que en ocasiones somos invisibilizadas, continuamos con nuestra vocación intacta e inquebrantable.

En mi caso particular, como mujer joven el camino para llegar a tener la posibilidad y el privilegio de poder representar a este país a partir del 1 de mayo del 2018 no fue nada fácil, pero como mujeres desarrollamos una clase de resiliencia o capacidad de fortalecernos ante situaciones difíciles. 

Mi testimonio espero que sea un ejemplo más de una mujer que lo logró, ya que en la medida que cada vez más mujeres presentemos historias de éxito, iremos abriendo caminos para derribar las barreras sociales que quedan entre hombres y mujeres.

Sueño con un país en el que cualquier niña costarricense pueda aspirar a la posibilidad de ser presidenta de la República, un país en el que ser hombre o ser mujer no sea restrictivo para ostentar cualquier espacio de toma de decisiones, un país en el cual la paridad de género en un proceso electoral o en la obtención de un ascenso laboral sea un reflejo natural de conciencia, de igualdad en la sociedad y en la democracia.

Toca fortalecer nuestro entramado legal e institucional para hacer de Costa Rica un espacio donde todas tengamos cabida, seamos valoradas y mejor aún incluidas. Sueño también con un día en que las cuotas serán cosa del pasado porque hemos madurado como nación y entendido que la equidad y la justicia social forman parte de nuestro ADN.

 

*Diputada electa por Puntarenas 2018-2022

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Viernes 04 Mayo, 2018

HORA: 12:00 AM

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