Festejemos la libertad de prensa
Editorial
A nivel mundial festejamos la libertad de prensa, a pesar de que muchos periodistas, camarógrafos y choferes de redacciones han muerto este año mientras hacen su trabajo -recopilar información y darla a conocer- a manos de gente corrupta, que se da por ofendida o es puesta al descubierto por los medios de comunicación.
En una fecha tan importante, de pesos y contrapesos, como lo nombró la Unesco, este año debemos celebrar que en Costa Rica tenemos un sistema judicial que nos defiende cuando tenemos la razón, como en el caso del año 2012 llamado “Ley Mordaza”, el más reciente “Cementazo” y otros, en los que por medio de recursos de amparo tratan de intimidarnos para dejar de denunciar situaciones que afectan al pueblo costarricense.
La libertad de prensa es un tesoro que muchos países añoran. Ejemplos de ello los tenemos en Venezuela, donde cerraron medios de comunicación porque no están dispuestos a ser los relacionistas públicos del gobierno y dan a conocer sus actos tiránicos; en México, donde se perdió el respeto a los periodistas porque los amenazan de muerte, lo mismo que a sus familiares; y hace poco vimos cómo quemaron una radioemisora en Nicaragua por lo mismo, por transmitir lo que estaba sucediendo.
Nosotros, que siempre hemos tenido una democracia donde los medios de comunicación pueden informar el acontecer nacional e internacional sin problemas, debemos valorarlo aún más en estos tiempos tan difíciles, cuando en la Asamblea Legislativa se tramitan varios proyectos de ley que pueden llegar a lesionar nuestro derecho a la información a través de la prensa nacional.
Los funcionarios públicos tienen una epidermis cada vez más delgada porque les molesta todo lo que los medios publicamos de sus propios ministerios o instituciones públicas y con esto dificultan cada vez más el derecho a la información porque por cada publicación exigen un derecho de respuesta, sin medir que los medios no somos los responsables de sus decisiones, que no siempre son buenas.
Muchas veces esas denuncias por acoso o por mal uso de fondos públicos nos llegan a las redacciones para dar a conocer una mala praxis en la labor pública. Por tal motivo quieren obligar a los medios a que cubramos sus deficiencias y eso no está correcto porque nuestra función es dar a conocer esos temas, ya que son funcionarios que manejan fondos públicos y su desempeño es de interés público.
En la democracia costarricense debemos tomar en cuenta que en muchos de los casos relevantes, sean positivos o no, el papel que desempeña la prensa es vital para mantener el equilibrio en esa dinámica de pesos y contrapesos.
La censura previa es un recurso muy peligroso que a veces las propias fuentes aplican a los periodistas. El buen comunicador no debe intimidarse para publicar, aunque la fuente recurra a estrategias como invitaciones u ofrecimientos que un buen reportero debe rechazar para nunca mal informar.
Algo que atenta contra el proceso de la correcta información son las fake news (noticias falsas), difundidas por los propios detractores de la información a través de las redes sociales para poner a dudar a las personas de lo que leen en Internet. Aplicando esta sucia estrategia pretenden hacer cambiar de opinión sobre algún tema y debilitar a los medios, que divulgan datos correctos y precisos.
Por eso, estimado lector, tenga mucho cuidado en redes sociales porque los malintencionados tratan de confundirlo.
La libertad de expresión con la tecnología avanza, ahora es más fácil para todos interactuar con mayor rapidez, pero eso en algunos países también se ha visto amenazado, ya que el poder gubernamental trata de limitar el uso de redes o la velocidad de Internet. Un caso muy conocido es el de Cuba, donde el costo es alto y la velocidad muy baja, afectando su acceso a los isleños.
Hay muchos detractores de la libertad de expresión, nuestro deber es visibilizarlos y tratar de que a través de proyectos de ley disfrazados con otros nombres no logren quitarnos la posibilidad de informarle al pueblo costarricense, haciendo uso del derecho a la información veraz y oportuna.
Este año la Unesco celebra el 25 aniversario del Día Mundial de la Libertad de Prensa y a la vez los 70 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Para finalizar compartimos con usted el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
“Artículo 19. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
