Ni un expediente de cobro debe perderse
Editorial
No hay excusa que valga en el Ministerio de Hacienda que justifique la pérdida de expedientes. Lo importante aquí no es si son 12 mil o 7 mil. Uno solo que se pierda ya es negligencia.
Hay evidencia de que al menos desde el año 2014 se sabía que existía un riesgo y no se acataron las directrices. Algo ocurre y es evidente porque cuando una situación no se resuelve es que uno o varios no quieren.
El informe DFOE-SAF-IF-15-2014 de la Contraloría General de la República ya anticipaba que esto podría ocurrir.
Ya para ese año se hablaba de la pérdida de 14 expedientes que sumaban ¢50 mil millones.
No puede asegurarse que se trate de corrupción aún, pero definitivamente tiene que existir algún interés en que uno o más documentos no aparezcan.
Quisiéramos pensar que no se trata de simplemente un desorden porque de ser así, todos los funcionarios de Hacienda, incluyendo al ministro Helio Fallas, deberían poner la renuncia.
Nadie niega que las intenciones de Fallas son loables, pero se quedan cortas las explicaciones, cuando desde hace más de cuatro años hay oficios que van y vienen alertando del problema.
No, señor Fallas, no es respuesta decir que intentarán terminar el inventario en esta administración y que no tienen personal. Si realmente fuera una prioridad, ya se sabría cuántos expedientes en realidad pudieron haber desaparecido y qué casos contenían.
Pregunto: ¿No es importante el problema fiscal? O es que nos han mentido todo este tiempo.
Es inaceptable que venga a casi un año de terminar la administración Solís Rivera y diga que no sabe qué pasó. ¿Será entonces que hasta que sale el tema en la prensa se ponen a trabajar?
La responsabilidad no se delega, se afronta. No hay ningún argumento que valga.
¿Cómo va a ir a pedir más impuestos a la sociedad cuando no han ordenado la casa por dentro? Es increíble que las mismas personas que deben resguardar esos documentos no hayan sido llamadas a cuentas.
Habrá entonces que esperar cuántos gobiernos para que no vuelva a existir una sospecha de pérdida. Los diputados hacen muy bien en presionar el tema desde la Asamblea Legislativa.
Quizá con este peso sobre la espalda, en Hacienda se apuren a dar una respuesta efectiva.
El funcionario José Joaquín Porras viene alertando a la Dirección General de Hacienda sobre la necesidad de contar uno por uno los documentos. Es valiente al dar un paso al frente en medio de funcionarios que dicen “aquí no está pasando nada”.
Dónde están los controles es lo que uno se pregunta y más grave aún conocer que hay expedientes que simplemente están incompletos, es decir que no cuentan con información suficiente para la defensa de los casos.
El exdirector general de Hacienda, Álvaro Ramos, fue claro en que había expedientes sin hojas. Eso se puede esperar de otros lugares, menos de la Dirección de Cobro Judicial.
¿Cómo es que los documentos están en ese estado y por qué esto se sabe solo cuando se requiere una diligencia del caso?
En todo esto debe haber un responsable y no se trata solo de funcionarios de bajo rango.
Si bien es cierto un jerarca no puede estar en todo, también hay cosas que no se pueden postergar. Hacienda debería dar el ejemplo porque carece de toda lógica que se pida lo que no se hace.
Sería bueno que los abogados de la Dirección de Cobro Judicial se pronuncien sobre este tema. Si no tienen nada que ver deberían dar su versión y explicar si es cierto que solo les mandan los expedientes “basura”.
