Los atractivos turísticos de la playa de Manzanillo son amenazados por el crecimiento sin control que experimenta la zona, a lo que se suma la ausencia de supervisión del gobierno y la ignorancia de las autoridades locales, especialmente del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
Un decreto firmado en 2007 excluyó de las zonas protegidas a Gandoca, Manzanillo y Puerto Viejo. La medida que buscaba ayudar a los pobladores representa ahora la extinción de los recursos porque el desarrollo de proyectos causa un impacto irrecuperable en los bosques primarios que algunas vez estuvieron en área de conservación.
“Hace años alguien tiró una bomba a las oficinas del Minae, desde entonces no hay representación de esa autoridad, lo que dicen es que no hay plata. Los encargados de Limón no prestan atención a los verdaderos problemas que enfrenta el pueblo, donde hasta la administración del agua se está agravando porque hay proyectos gigantescos que la están consumiendo”, denunció Philippe Vangoidsenhoven, ambientalista belga establecido en la zona, quien está alarmado por la destrucción en ese pueblo de Talamanca.
Afirmó dijo que el alcalde y la Asociación de Desarrollo mantienen abierto un gran número de procesos ante el Ministerio Público y la Procuraduría General de la República por delitos y fallas contra el ambiente, además de señalamientos por corrupción en la comunidad.
“El narcotráfico es palpable en la zona, eso hace que a la gente le dé miedo denunciar por temor a la violencia, entonces cuando ven cosas extrañas me llaman a mí porque saben que muestro interés por los daños que se están haciendo contra las quebradas, los ríos y los árboles que van cortando parcialmente. Una vez cortados se los llevan para venderlos, lo más preocupante es que no hay quién intervenga y los haga responsables”, agregó.
Actualmente Vangoidsenhoven mantiene 70 denuncias contra los vándalos, pero está consciente de que los pagos que se hacen no mejoran la situación de la comunidad.
El evento más reciente fue la destrucción de una franja de bosque primario para que los edificios construidos para turismo tengan vista a la playa.
“La gente no sabe que los árboles de ese tamaño no crecerán más y los animales van a desaparecer”, explicó el ambientalista.
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CRÉDITOS: Foto: Ariela Muñoz
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Martes 14 Octubre, 2014
HORA: 12:00 AM
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