Un hombre que tenía una hora de haber salido de prisión falleció acribillado en la vivienda de su madre, quien también murió cuando intentó defenderlo y quedó en la línea de fuego.
Las víctimas fueron identificadas por las autoridades como Robert Gutiérrez Valverde, de 29 años, y Rosemary Valverde Barboza, de 54, quienes venían llegando a la casa de la mujer ubicada en calle Los Mangos de Bajo Anonos, Escazú.
Al parecer tres hombres a bordo de un automóvil negro esperaron que Gutiérrez saliera del ámbito Mediana Abierta de La Reforma, en San Rafael de Alajuela, para cumplir el encargo, ya que se presume que la orden de liquidarlo provino del interior de ese penal.
Gutiérrez se dirigió en otro carro a la casa de su tía, donde le tenían un arroz con pollo que le había pedido a su madre, ahí lo esperaban algunos familiares para festejar la libertad que perdió hacía más de cinco años.
Después de degustar la cena se dirigieron a la vivienda de Valverde, a tan solo 75 metros de donde estaban, sin embargo los sicarios tenían todo bajo control desde la sombra, los seguían muy de cerca.
El reloj marcaba la 1 a.m. de este martes cuando un auto se detuvo frente a la humilde casa de Valverde, dos hombres se bajaron, derribaron la frágil puerta y muy rápido encontraron a su víctima.
De pronto se escuchó una balacera y personas gritando. Sin mediar palabra los pistoleros le vaciaron el cargador a Gutiérrez, por lo que su mamá al ver lo que estaba sucediendo interpuso su cuerpo y recibió los mortales proyectiles que le quitaron la vida.
Las balas iban y venían, incluso atravesaron las paredes de madera que dividían los aposentos de la casita. Según los investigadores, el asesinato fue al estilo de los gánsteres, ya que hicieron un barrido.
Una vez ejecutada la orden, la pareja de pistoleros salió de la vivienda y se montó al carro negro para huir del lugar como alma que lleva el diablo, mientras algunos vecinos se asomaban por las ventanas para ver lo que parecía un juego de pólvora.
RECARGARON DOS ARMAS
La policía judicial no descarta que los sicarios hayan utilizado dos armas del mismo calibre y que recargaran durante el tiroteo, ya que encontró 23 casquillos, incluso halló balas enteras que no fueron usadas.
Los cuerpos intoxicados de plomo quedaron a cuatro metros uno del otro, en uno de los aposentos de la casa. La mujer, que vestía jeans, una blusa y suéter, quedó boca arriba y presentaba tres heridas en la cabeza, tórax y espalda.
El hombre terminó boca abajo, sin camisa y en short. Recibió 10 plomazos (4 en el tórax, 3 en la espalda, 2 en las piernas y 1 en el brazo derecho) que lo hicieron caer a un charco de sangre.
PERDONAN BEBÉ EN CUNA
Para cuando los sanguinarios invadieron la casa un bebé de meses dormía entre las cobijitas que le pusieron en la cuna, donde su abuelita que falleció se encargaría de cuidarlo.
Algunos allegados a las víctimas dijeron haber encontrado un proyectil en la cuna y que la orden de liquidar a Gutiérrez, quien no pudo contar su amarga experiencia en prisión, habría salido de alguien entrañable en prisión.
Gustavo Mata, subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), confirmó la versión de que al momento de la masacre en la vivienda estaban, aparte de Gutiérrez y su madre, dos menores y otro adulto.
“Cuando los compañeros ingresan a la casa encuentran solo dos cuerpos sin vida, sin embargo los familiares aseguraron que estaba un bebé de meses, un niño de 1 año y un adulto dentro de un piso hechizo”, explicó.
BRONCA CON RECLUSOS
El crimen podría obedecer a viejas rencillas entre el expresidiario y sus compañeros de ámbito, ya que al parecer habría recibido varias amenazas de muerte días antes de su tan ansiada salida de prisión.
Fuentes cercanas a la investigación informaron a DIARIO EXTRA que Gutiérrez era un hombre muy problemático y se ganó muchos enemigos, que desde la semana pasada sabían que iba a recobrar la libertad, por eso se presume que la orden era no dejarlo disfrutar.
Una allegada al exconvicto aseguró tres días antes de salir que Rosemary Valverde dijo estar muy feliz porque su muchacho iba a estar con ella, sin embargo esa acción iba a traerles problemas y complicaciones, situación que fue concretada ayer martes.
CON CURRÍCULUM
Datos de las autoridades policiales revelan que Gutiérrez fue pasado en 9 ocasiones, en 2005 y 2006 por tenencia de drogas, y en 2009 por robo agravado lo trasladan a la cárcel de San Sebastián. Además de dos órdenes de captura.
Cumplió una pena de 5 años y 2 meses de cárcel por el delito de robo agravado en La Reforma.
Durante su estancia en “el hotel de los malos”, Gutiérrez se ganó varios enemigos porque al parecer no se dejaba de nadie, por lo que las mentadas de madre y las agresiones físicas eran cosa de todos los días.
ZONA DE MUERTE
A 20 metros del lugar de la masacre del exconvicto y su madre, el pasado 31 de mayo de 2013 un camión en reversa aplastó a una niña de 3 años y golpeó a una mujer de 64 que iba con la menor.
Algunos vecinos comentaron en su momento que el conductor del vehículo, de apellido Valverde, entró en reversa por esa angosta calle y no se percató que las dos mujeres caminaban por la orilla de la vía.
La niña perdió la vida, mientras que Valverde sufrió heridas en el tórax y una pierna, pero días después fue dada de alta y hoy lamenta lo sucedido a sus familiares.
ASALTAN CRUZROJISTA
Mientras una ambulancia del comité de Escazú llegó a cubrir la emergencia y prestarle colaboración a algún herido fue víctima del hampa en Bajo Anonos.
Carlos Morales, paramédico, lamentó lo sucedido y pide a los amigos de lo ajeno que devuelvan el equipo robado, ya que eso no lo pueden usar los particulares.
“Es algo indignante que la gente se aproveche del bien para hacer de las suyas. Mientras llegamos a salvar vidas, otros se dedican a robar y eso no puede ser. Pedimos a las personas que lo sustrajeron que lo devuelvan porque es un equipo que necesitamos y no cualquiera puede usar.
Cuando un cruzrojista se bajó de la unidad y se dirigió a la vivienda donde dos personas estaban heridas de arma de fuego, su compañero se quedó custodiando la ambulancia, pero en un descuido dos cacos le robaron un maletín gris con equipo de rescate vertical valorado en ¢500 mil”, declaró.
Agentes de la sección de Homicidios del OIJ trabajan en las hipótesis de lo sucedido en torno a este crimen.
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CRÉDITOS: Fotos: Oldemar Siles y Ronald Murillo
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Miércoles 26 Junio, 2013
HORA: 12:00 AM
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