La Municipalidad de San José implementó, a partir octubre de 2012, un nuevo impuesto para quienes venden periódicos en la vía pública, lo que sacará a muchos de estos pregoneros estacionarios de las calles.
Esta normativa intenta meter como un solo grupo a los chinameros que están en las esquinas de la capital y a quienes se ganan la vida vendiendo periódicos, obligándolos a cada uno de ellos a apagar una patente que en este momento se encuentra en ¢15 mil.
Los antiguos vendedores ambulantes cuentan con una infraestructura metálica, electricidad y seguridad por una diferencia de ¢300 en el cobro de un timbre, mientras que el resto de los patentados tiene que ofrecer su producto sin siquiera tener derecho a un techo para protegerse.
De esta forma los pregoneros desde octubre de 2012 están obligados a cancelar ¢60 mil al año, simplemente por un espacio en la calle donde colocar su carrito de periódicos, ya que son considerados por el municipio como vendedores ambulantes. Además el artículo 12 del Reglamento de Ventas Ambulantes les prohíbe tener siquiera una silla donde sentarse, a menos que paguen la diferencia y se conviertan en vendedores estacionarios, pero sin la infraestructura que el otro grupo tiene.
Lo anterior a pesar de que la propia normativa estipula que su trabajo puede extenderse hasta por 12 horas diarias.
NUEVOS ACUERDOS
Debido a la constante negativa del municipio a negociar con los vendedores de periódico, Iary Gómez, gerente general de Grupo Extra, se reunió con Jorge Villalobos y Rafael Arias, funcionarios municipales responsables de este cambio, sí como con el alcalde Johnny Araya, donde se dejó claro que en San José existen diferentes tipos de pregoneros, de manera que no se “va a cortar a todos con la misma tijera”.
De esta manera se acordó que aquellos pregoneros que venden el periódico entre las 10 p.m. y las 5 a.m. no tendrán que pagar patente, así como tampoco lo harán aquellos que entregan los diarios puerta a puerta o con el producto bajo el brazo, aunque cobren por ellos en el momento de la entrega.
Únicamente estará obligado a cancelar el monto del impuesto quien tenga un carrito rojo o gris y se coloque en una esquina a vender su producto.
Otro logro de esta reunión es que el alcalde se comprometió a cobrar únicamente ¢10 mil por trimestre.
El municipio insisten en obligar a los medios a escoger a quién les vende el periódico, ya que el Reglamento establece normas que se separan del derecho al libre comercio.
“Yo vendo un periódico, al igual que la pulpería vende una leche. Si quien me lo compra lo quiere ir a vender después, yo no se lo puedo prohibir. Tampoco tengo por qué escoger quiénes son mis clientes, si tienen su estado migratorio en regla o no”, afirmó Gómez.
Además insiste en la ilegalidad del cobro, ya que el Grupo Extra tiene que pagar una patente por los periódicos que vende y pretender ponerles un impuesto a los pregoneros es cobrar dos veces por el mismo producto, lo cual está prohibido por ley.
INCERTIDUMBRE
En un sondeo realizado por DIARIO EXTRA constatamos que muchos de los pregoneros no saben cuándo ni cómo deben pagar.
Como al inicio la Municipalidad insistía en cobrar el impuesto de manera retroactiva desde el momento en que se puso en vigencia la normativa en 2009, esto iba a significar para estos pequeños comerciantes tener que cancelar más de ¢300 mil, situación que los ponía en indefensión, ya que la mayoría de ellos gana si acaso ¢50 mil por mes, dependiendo de la cantidad de periódicos que vendan.
Por lo anterior algunos todavía tienen la idea de que ese es el monto que la alcaldía josefina les quiere cobrar.
Otros comentaron que el pago se comenzaría aplicar a partir de enero de este año, por lo que la deuda al momento sería de ¢30 mil, correspondiente a dos trimestres.
Según informó Marlene Rodríguez, de Fiscalizaciones y Autorizaciones Municipales de la alcaldía josefina, los vendedores de lotería no pagan patentes, mientras que los vendedores estacionarios sí cancelan ¢15 mil trimestralmente.
El pago de esto lo revisa la Sección de Control de la Normativa, perteneciente a la Policía Municipal. No se cobra la ocupación del espacio público. Esta situación tiene en vilo a muchas familias que dependen de este oficio para mantenerse, por eso aseguran que ahora no saben qué hacer si la Municipalidad insiste en cobrarles este nuevo impuesto.
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CRÉDITOS: Foto: Carlos Barquero
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Sábado 01 Junio, 2013
HORA: 12:00 AM
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