La Ley a su alcance

La Ley de Pensiones Alimentarias, el Código de Familia y algunos artículos de la Constitución Política, no tienen mayor incidencia en lo que respecta a la madre casada con obligaciones de madre soltera.

La Navidad es una época de esperanza, representada por el nacimiento de un Niño Dios, que es Dios Niño, lo cual semeja el nacimiento y la niñez de todo el mundo. No existe ser más indefenso y con más sueños, esperanzas y fantasías que un infante.

Se le trae a la vida sin habérsele pedido consentimiento, depende de la responsabilidad de sus procreadores y de la familia más cercana. El principal soporte deberá ser, sin excusas ni largas explicaciones, el núcleo básico de padre y madre. Este generalmente no falla, pero se dan numerosos casos de padres de papel o donadores, quienes creyeron que la paternidad se realiza con colaborar en el momento de la concepción.

Cuando surge un padre de papel, también hay un marido del mismo material. La consecuencia moral y natural será que la mujer se convierte en el único mástil familiar. A este se aferrarán los hijos con fuerza para ver en ella la esperanza y la fe de subsistir cada día, pues el padre y marido ausente se ha convertido en un recuerdo lejano, como un papel el cual se ha puesto amarillo y perdió la oportunidad de demostrar que ser hombre, es más que unirse para concebir. La paternidad es acompañar en cada segundo de la vida, en los días comunes, los cuales a la vuelta de la noche se vuelven pasado, para que cuando se haga la suma de ese apoyo y presencia, la descendencia tenga, por lo menos, un poco más de lo que el padre tuvo.

Sin embargo, la tarea es dura cuando la sociedad conyugal solo tiene un socio: la madre que dio la vida, asiste a sus infantes desde la primera aurora hasta el crepúsculo, y lucha porque sus cuerpecitos se nutran todos los días y tengan vestido, calzado, educación y ejemplo, el de sí misma.

Las leyes en protección de la familia y la niñez no tienen mayor efecto. Quien es un mal padre, no tiene perdón, pero tampoco tiene castigo. La peor vergüenza para este es que le suspendan la autoridad parental o patria potestad. Pero eso no resuelve el desamparo de sus hijos, porque con padre de papel o sin él, la carga será para la madre, ella nunca abandona. En consecuencia, muchos momentos felices serán privaciones para esos niños con progenitor de mentirillas y madre de verdad.

Dos consecuencias derivan de la aplicación de todas las normas que protegen la niñez, cuando un padre se olvida del rol para dedicarse a darles rienda suelta a sus emociones o adicciones. Una es que le fijen un monto de pensión, el cual deberá pagar so pena de ir a la cárcel por moroso. Otra es que le suspendan la patria potestad. La primera, un dinerillo maloliente por darse a disgusto, tal vez pueda llenar un estómago hambriento. Pero el vacío de tener un padre de papel, de la ausencia del amigo natural y por excelencia, será llenado a medias por la madre, quien todo lo da, pero no puede darlo todo por sí sola.

Dice el refranero legal que la mejor ley es la que todos están dispuestos a cumplir. Para el padre donador de esperma o donante de su tiempo a sueños de grandeza, lo importante es esconderse detrás del humo de un puro, de la botella o de una raya blanca. Para ese individuo, no existe código ni familia y sus hijos pasan a ser, simplemente, los de su esposa.

Poco puede hacer la ley para llevar la luz a un alma oscura, la cual lo es más en tiempos de Navidad.

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Martes 24 Diciembre, 2013

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Lic Gerardo Morales