Diario Extra - En Ojo de Agua no saben nada de plan de conservación

En días recientes surgió la información acerca de un grupo de vecinos de Belén que desean convertir el balneario de Ojo de Agua en un área silvestre protegida, sin embargo, los administradores del centro de recreo afirman que nadie se ha comunicado con ellos hasta ahora.

El manantial y las piscinas que de él se nutren son propiedad del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop) y desde 2010 se encuentra concesionado al Consorcio Diversiones Acuáticas para su administración, por lo que, de hacerse algún cambio, deberá ser a través de la entidad gubernamental.

Así lo indica Víctor Sosa, exadministrador del parque acuático, quien comentó a DIARIO EXTRA que desde hace más de 30 años hay interés, por parte de diferentes grupos, de hacer que el conocido espacio de descanso y recreo pase a manos de la Municipalidad de Belén.

No obstante, afirma que eso no es posible, primero porque la finca no se encuentra ubicada por completo dentro del cantón herediano (una franja está en San Rafael de Alajuela) y luego porque, al ser una entidad estatal la dueña, solo se puede traspasar por medio de ley de la República después de haber sido demostrado el interés social del cambio.

“Todos los cambios que quieran hacer tienen que pasar por la Junta Directiva del Incop, que es la representante del Estado en tal situación”, afirmó Sosa.

Justo al lado de Ojo de Agua la Municipalidad de Belén tiene la propiedad El Santuario, la cual ya funciona como parque natural urbano.

BALNEARIO SIGUE

Según informan en el Comité Pro-Defensa del Ojo de Agua, la intención de

convertir al parque acuático en área silvestre protegida, bajo la categoría de monumento natural, no afectaría su funcionamiento como balneario.

Esta propuesta, que fue presentada ante el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) el 14 de marzo, pide la declaratoria en apego a los artículos 71 y 72 del Reglamento de la Ley de Biodiversidad.

En el comité indican que lo único que se busca es reconocer la importancia histórica, cultural y ambiental del sitio mediante una categoría de manejo especial.

“Declarar al balneario Ojo de Agua como un área silvestre protegida, bajo la categoría de monumento natural o parque natural urbano, para asegurar su protección presente y futura como principal reservorio ecológico y balneario de la Gran Área Metropolitana’’, se lee en el documento presentado por el comité.

Para Ronald Mora Vargas, jefe de la subregión Heredia del Sinac, por ahora no es posible identificar los alcances de la iniciativa ni lo que implicarían por completo los cambios propuestos.

“Las expectativas de este proyecto vamos a ver en qué se deviene, debemos caminar más, realizar algunos estudios más para darle una categoría de manejo. Ahora ya tiene una protección porque la naciente del Ojo de Agua es muy importante, no solo ambiental, sino histórica y culturalmente para el sector, pero podríamos eventualmente ampliar esa cobertura a otro tipo de categoría”, afirmó Mora.

El comité proponente asegura que la idea es integrar a todos los actores, por lo que buscará involucrar a las municipalidades de Alajuela y Belén, así como al Incop y a la concesionaria del sitio.

HISTORIA

El origen del balneario de Ojo de Agua se remonta a 1937, cuando el Instituto de Fomento (una especie de Ministerio de Obras Públicas) construye la Cañería de Puntarenas, la cual se alimenta de la fuente de agua del lugar y sigue enviando el líquido hasta la Perla del Pacífico.

Dicha cañería era administrada por el Instituto Autónomo del Ferrocarril Eléctrico al Pacífico, el cual pasó a convertirse en el Incop a través de la Ley 1721 del 28 de diciembre de 1953, el cual se queda por extensión con Ojo de Agua.

En un inicio la cañería cedía el recurso hídrico al Acueducto de Puntarenas, el cual pasó a ser parte del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).

En la actualidad, el balneario concede al AyA un caudal de 100 litros de agua por segundo y a la Asada de San Rafal de Alajuela otros 12 litros por segundo.

Además, Acueductos y Alcantarillados tiene la posibilidad de aprovechar todo el caudal de Ojo de Agua, 360 litros por segundo, entre las 5 de la tarde y las 5 de la mañana, momento que en el parque cierra y no realizan trabajos de limpieza.

PASEÍTO DE DOMINGO

Ojo de Agua es el histórico paseíto de domingo para miles de costarricenses del Valle Central, que ven en la posibilidad de ir al centro de recreo ubicado en Belén una oportunidad inigualable por las facilidades que ofrece, sobre todo económicas.

La entrada al lugar cuesta ¢2.150 por persona, lo que le permite disfrutar de las 5 piscinas que hay con diferentes profundidades, las canchas de fútbol, básquet, voleibol y tenis, así como de las distintas zonas verdes.

Además, es de los pocos centros de recreo que permite llevar la comida desde casa, lo que también es un aliciente para las familias numerosas.

El balneario cuenta además con el conocido laguito, donde se puede pasear en lancha, un restaurante, tienda con implementos de baño y quioscos para hacer carne asada.

Un domingo de verano, el parque acuático recibe la visita de entre 800 y 1.000 personas. Entre semana lo visitan de 100 a 150 ticos, que lo aprovechan, sobre todo, para hacer ejercicio.

NO QUIEREN CAMBIO

Vilma Corea

Alajuela

“Muy triste, porque digamos, una hace tiempo que viene aquí a disfrutar con la familia, digamos en Semana Santa, entonces siento que muy feo que se haga el cambio”.

Marlon Ocampo

Pavas

“Son muchos años que ha existido este balneario de Ojo de Agua y sería una lástima, a pesar de que ya no viene la misma cantidad de personas, pero sí es un balneario de muchos años, algo muy de San José, y debería estar abierto siempre, para mí esto es un éxito para toda la vida”.

Ingrid Durán

San José

“Es la única atracción que hay ahora aquí, o sea, en Costa Rica, que casi piscinas no hay y aquí es muy bonito, más que todo para traer a los niños a disfrutar, cómo van a convertir la única distracción que tienen los chiquitos en un parque forestal”.

José Alfredo Jiménez

Santa Ana

“Yo no lo veo como una buena idea, convertirlo en un parque forestal, la verdad es que esto siempre ha sido del pueblo para la gente de Belén, a mí no me parece porque esto tiene muchos años”.