Silbatina vergonzosa

Opinión

El fútbol da revanchas y Johan Alberto Venegas Ulloa tendrá la suya. La vergonzosa silbatina, la noche del miércoles en el Estadio Nacional, al delantero costarricense ni lo inmutó.
A los fanáticos, porque no se les puede llamar aficionados, y que alguna vez se embriagaron con sus goles en clubes donde militó, se les olvida que Venegas viene de la tierra caliente de Puerto Limón, donde difícilmente caen. Más bien sobra coraje en el seleccionado nacional.
Por algo el “capricho” de Luis Fernando Suárez lo llevó a incluirlo en la lista a Catar 2022, su segundo Mundial al hilo, después de Rusia 2018. Algo le vio más que jugar fútbol. Igual el “Macho” Ramírez.
En esta disciplina deportiva los altibajos llegan sin avisar. El porteño los tiene y puede reencontrarse en Catar, donde cantará el Himno Nacional defendiendo los colores patrios.
Las silbatinas no son nuevas en un campo de fútbol, pero no recuerdo haber despedido a un jugador tricolor, previo a su salida hacia una Copa del Mundo, como lo hicieron sin reparos con Johan frente a su estimable familia.
A Venegas no hace falta decirle cómo lidiar contra las redes sociales o de los pitidos en las graderías por falta de aplausos. Sé que ambos actos le resbalan y menos lo deprimirán. Sabe que la revancha llegará en escenarios donde recibirá, desde la lejanía, más palmas que chiflidos.
Nadie es profeta en su tierra y quizás para este limonense de hierro y hueso colorado, que alcanzó la gloria en Santos, Puntarenas, Alajuela, Saprissa y en la MLS, el “pachuquismo” será aceite en su piel.
A sus 33 años ya ingresó al selecto grupo de los 100 goles, pasó por donde asustan y con su fútbol cachetón, hoy puede sonreírle a la vida y sentirse un triunfador.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Viernes 11 Noviembre, 2022

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Fabio Vega