Sinodalidad, camino de la Iglesia

Mons. José Rafael Quirós*

Es posible que usted haya escuchado, en los últimos meses, el término “sinodalidad”, sobre todo si participa de forma activa en la vida pastoral de la Iglesia. Pues bien, esa sinodalidad no define una nueva estrategia de evangelización, tampoco responde a una moda, a un eslogan o el nuevo concepto a utilizar en nuestras reuniones.

Al contrario, la sinodalidad expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo y su misión. La Iglesia avanza, camina junta, es sinodal y siempre es el Espíritu Santo el gran protagonista de la Iglesia. Todos, guiados por él, caminamos juntos “laicos, pastores, obispo de Roma- es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es tan fácil ponerlo en práctica” (Papa Francisco, 50 Aniversario del Sínodo de los obispos, 17.X.2015).

Ciertamente, hay mucha resistencia a superar la imagen de una Iglesia como estructura fría, rígidamente dividida entre dirigentes y subalternos, entre los que enseñan y los que tienen que aprender, olvidando que a Dios le gusta cambiar posiciones: «Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes» ((Cf. Lucas 1,52)).

Lo determinante en la Iglesia no es necesariamente su aspecto institucional o su visión jurídica, sino que su fuerza y su vigencia le vienen por la acción del Espíritu Santo que sostiene la unidad del pueblo de Dios, y que sigue suscitando hermosos carismas que la revitalizan.

Al proponerse la Sinodalidad como lo propio de la Iglesia, hemos de ser los pastores los primeros en abrirnos a la gracia de Dios, para tener nuestros corazones dispuestos a la escucha atenta a todos los bautizados, referente a todas las cuestiones que tienen que ver con la evangelización, en un camino que se recorre en comunión y participación para la misión que todos cumplimos en la Iglesia por llamado del Señor.

En efecto, el Papa Francisco nos está marcando el sendero de una Iglesia sinodal, que ante todo es una Iglesia de escucha; donde todos, pastores y fieles, podemos aprender unos de otros y hacer discernimiento, iluminados por el Espíritu Santo, y así comunicar la Buena Nueva de la salvación. Para lo cual, “necesitamos ejercitarnos en el arte de escuchar, que es más que oír.

La escucha nos ayuda a encontrar el gesto y la palabra oportuna que nos desinstala de la tranquila condición de espectadores” (Evangelii Gaudim, n.171).

Con la Iglesia Universal nos disponemos a celebrar el próximo año el Sínodo de los Obispos bajo el tema: “Por una Iglesia sinodal: Comunión, participación y misión”. Además, hemos venido realizando, tanto a nivel diocesano como parroquial, toda una inducción sobre esta realidad que atañe a todos los bautizados.

Pido al Señor que en nuestro discernimiento escuchemos la voz del Espíritu Santo, para que suscite en nuestra Arquidiócesis una espiritualidad de sinodalidad, de caminar juntos, pastores y fieles laicos, con perseverancia, paciencia y comprensión mutua, para que podamos estar atentos a la experiencia de las comunidades y al querer de Dios.

*Arzobispo Metropolitano

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 10 Octubre, 2022

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Mons. José Rafael Quirós*