“El amor familiar: vocación y camino de santidad”

Mons. José Rafael Quirós*

“Apoyemos a la familia, defendámosla de todo lo que comprometa su belleza. Acerquémonos a este misterio del amor con asombro, discreción y ternura. Y comprometámonos a salvaguardar sus preciosos y delicados vínculos” (Papa Francisco, 19 de marzo del 2021). Con estas palabras, el Papa Francisco nos recuerda el plan de Dios para la familia, y resume el compromiso de la Iglesia con este núcleo esencial e insustituible en la vida de toda persona.

La Iglesia considera necesaria una nueva mirada a la familia pues no basta con reiterar su valor, si no nos convertimos en sus custodios, si no cuidamos con empeño su fragilidad y sus heridas. ¿Cómo no hacerlo?, si es precisamente en la familia en donde se transmiten los valores humanos y cristianos: el amor al trabajo, el sentido de responsabilidad, el respeto a todas las personas y al buen nombre de los demás; el amor a la verdad, la sinceridad, la vida sencilla, austera y digna; el saber compartir con los demás los bienes que tenemos y el ser agradecidos con Dios.

El Papa Francisco nos recuerda que debemos ser humildes y realistas ante las familias de nuestro tiempo. No obstante, como Iglesia, “no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano. Estaríamos privando al mundo de los valores que podemos y debemos aportar.” (Papa Francisco, Amoris laetitia, n.35). Por todo ello, y con inmensa alegría, invito a todas las familias cristianas y, en especial, a las comunidades parroquiales y a los grupos y movimientos dedicados a la evangelización de las familias, a aprovechar los ecos del X Encuentro Mundial de las Familias, realizado en Roma del 22 al 26 de junio pasado bajo el lema “El amor familiar: vocación y camino de santidad”.

Aprovechemos esta oportunidad, para fortalecer la fe y la práctica religiosa de las familias como espacios vitales para superar los desafíos y contrariedades cotidianas, pero, sobre todo, para dar sentido a su existencia. No permitamos que la ideología anti-familia siga posesionándose de los espacios que nosotros hemos descuidado. Antes bien, es una valiosa ocasión para continuar encaminando nuestros pasos hacia la renovación pastoral en el acompañamiento a los matrimonios y a las familias, pues son incontables las dificultades y desafíos actuales que enfrentan. Pido al Señor que cada familia se deje transformar por la acción del Espíritu Santo en verdadero santuario de vida y amor, que la gracia del sacramento del matrimonio se fortalezca y así vencer cualquier debilidad y crisis, y que, por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, cada familia cristiana sea constructora de la civilización del amor.

*Arzobispo Metropolitano

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 04 Julio, 2022

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