¡Costa Rica resiste a Bonnie!
Editorial
El fin de semana, los costarricenses se mantuvieron en zozobra debido a la llegada de la tormenta tropical Bonnie, que amenazaba con causar graves daños. Quizá también el amargo recuerdo de Otto asustó a los habitantes, pero eso permitió tomar las previsiones del caso y brindó herramientas a las autoridades para planificar adecuadamente la ruta a seguir.
Las secuelas del fenómeno meteorológico resultaron más leves de lo esperado, pero por eso debe felicitarse a la población, que se portó a la altura de las circunstancias acatando las medidas preventivas, y así no debió lamentarse consecuencias más graves que daños materiales y de infraestructura. Asimismo, las autoridades se mostraron tanto proactivas como atinadas en su respuesta.
Los lugareños de la Zona Norte se prepararon para lo peor, ya que Bonnie tenía la misma ruta del huracán Otto, que dejó a su paso una estela de muerte y destrucción en 2016. A la fecha, todavía hay comunidades que siguen tratando de recuperarse.
Este fin de semana llovió intensamente, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) ya había advertido que en 18 horas caería la lluvia de un mes. Sin embargo, las comunidades más afectadas resistieron. Hubo 91 incidentes por los constantes aguaceros que provocaron inundaciones principalmente en Upala, La Cruz, Pococí, Guatuso, Alvarado, Turrialba, Carrillo, San Carlos y Sarapiquí.
Alrededor de 3.500 personas se trasladaron a albergues de forma preventiva y se sabe que solo 390 han regresado a sus viviendas debido a que decidieron quedarse por su protección dado que las precipitaciones no cesaban.
Otros pobladores corrieron mayores riesgos, decidieron mantenerse en sus hogares a cuidar sus bienes materiales, lo cual pudo ser fatal, en caso de que el fenómeno hubiera golpeado con la fuerza que pensaban las instituciones encargadas de proteger a los ciudadanos.
Los funcionarios de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) mantuvieron la situación bajo control con ayuda de los comités locales de emergencia. Se notó que los jerarcas tomaron nota de aquellas incidencias ocurridas cuando Otto nos madrugó en 2016, generando una de las mayores desgracias de los tiempos recientes, pues en los días previos al evento atmosférico se previno a los habitantes que resguardaran a sus animales y estuvieran preparados para evacuar en caso necesario.
Decían las abuelas que la Virgencita de los Ángeles desvía las catástrofes para que no hagan sufrir a los costarricenses. Hoy muchos agradecen a Dios y a María porque la tormenta ya se encuentra en el Pacífico. Sin embargo, cabe destacar que los hermanos centroamericanos no tuvieron la misma fortuna. Por ejemplo, en El Salvador Bonnie dejó al menos una persona fallecida, de acuerdo con el recuento de los daños.
Cabe subrayar que se mantienen las alertas, porque según el IMN las lluvias aún continúan y, si bien caen en menor cantidad, los suelos están saturados por lo que quienes habitan en las zonas de riesgo no pueden bajar la guardia para así evitar cualquier desgracia.
Y vale recordar que la temporada lluviosa pronto se intensificará, aparte de que apenas vamos por la letra B en cuanto a fenómenos climatológicos, en una lista utilizada por la Organización Meteorológica Mundial que va en orden alfabético y alterna nombres de hombres y mujeres, por lo aún falta mucho trecho. Por supuesto, eso no significa que todos se vayan a hacer huracanes o terminen impactando territorio nacional, pero la ciudadanía debe andar siempre poniéndole ojo al Cristo.
Cabe destacar que, si bien superamos la prueba no salimos invictos, pues Bonnie dejó daños cuantiosos. Las autoridades se encuentran efectuando evaluaciones, pero hasta el momento la afectación se estima en 250 millones de colones, monto elevado, pero más manejable de lo que podría haberse sufrido.
Bien lo dijo el presidente Rodrigo Chaves, “En Costa Rica, cuando se quiere, se puede trabajar bien y en conjunto”.
Asimismo, sentenció que “Un gramo de prevención vale más que un kilo de cura”, filosofía que esperamos pueda transmitir a todos los funcionarios con poder de decisión del sector público, especialmente en temas como estos donde la falta de cuidado, la descoordinación y la parsimonia cuestan vidas de las que muchas veces, en el pasado, nadie se ha hecho responsable.
El mandatario también ordenó colocar puentes metálicos que han permanecido guardando polvo en las bodegas del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) para reemplazar dos estructuras que colapsaron tras el paso de la tormenta tropical. Lo hizo fiel a su estilo, aseverando que “En Costa Rica quedan mañas y necedades y las estamos rompiendo”. Ojalá que así sea.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
EMAIL: [email protected]
Lunes 04 Julio, 2022
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA