El impulsivo Sancho Panza de doña Lineth

Franco Pacheco, convertido en el nuevo escudero de la candidata del PUSC, llamó muy alterado a La Nación reclamando que por qué publicaban una foto de su candidata Lineth Saborío con Shirley Díaz, la exdiputada del PUSC que apoya y a atiza las revueltas de los antivacunas.

Aunque le duela a Pacheco y a su candidata, la historia no se puede borrar.

Lineth Saborío fue la asesora y jefe de despacho de la ultra conservadora diputada Díaz y con tal grado de cercanía y de confianza entre ellas no es de extrañar que también comparten sus mismas ideas y valores.

Pero ahora doña Lineth trata a toda costa de desmarcarse de Díaz; máxime cuando el resto de las parlamentarias salieron a la opinión pública a decir a coro que sentían vergüenza de llamar a Shirley Díaz “diputada”. Sin embargo, lo hecho… hecho está y Lineth no puede borrar la simbiosis que ha tenido con Shirley en los últimos años, siendo su amiga y consejera más cercana.

El director de La Nación sorprendido por la malacrianza y altivez de Franco Pacheco (un burro hablando de orejas), asegura que no vio ni por asomo en Pacheco el aplomo que los costarricense esperarían de alguien que aspire a ser vicepresidente de la República.

Yo diría que Franco Pacheco tampoco mostró la más mínima inteligencia y menos la emocional. Doña Lineth debió de escoger como su escudera a su otra candidata a la vicepresidencia, que al ser mujer usa más el lóbulo derecho del cerebro y por lo tanto hubiera mostrado más tino, inteligencia y sensatez a la hora de hacer el reclamo a La Nación y en la de menos hubiera tenido más éxito que su compañero de fórmula.

Perooooo, la candidata Saborío, haciendo gala de una de las aristas más perversas del conservadurismo, el machismo rancio, prefirió enviar al macho a matonearle a La Nación.

Resultado: El PUSC salió perdiendo el pulso y enemistado con el diario de Llorente, y eso es muy malo en plena campaña política.

Franco Pacheco fue por lana y salió trasquilado…

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Martes 01 Febrero, 2022

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Ana Madrigal, periodista