El amañamiento nacional

Opinión

En nuestro país, están presentes una serie de aspectos que influyen en la crisis social y económica. Entonces, la demagogia de algunos políticos y líderes sindicales es convencer al pueblo de que todos gozamos de una serie de privilegios que otros países vecinos no tienen. En parte eso es cierto, sin embargo, sostener tantos “beneficios” tiene un alto costo, como es el endeudamiento a nivel macroeconómico. Así, por ejemplo, los ministerios, para sostener una abultada planilla, son financiados por el Ministerio de Hacienda, el cual debe buscar a como haya lugar el dinero. En el caso de las instituciones descentralizadas, la mayoría financian sus gastos mediante la venta de bienes y servicios. Entonces, los onerosos gastos de salarios de todo el sector público provienen de impuestos o de las tarifas que se cobran a los usuarios.

Por otra parte, tanto a nivel de sector público como privado, hace unos años se crearon las pensiones complementarias, ¿por qué? Pues al parecer el mismo gobierno o políticos al sospechar que en el futuro algunos regímenes de pensiones habrán perdido sostenibilidad, es que se crearon esas pensiones complementarias, pero al final de cuentas, ¿quién financia todo eso?

En teoría, esos rubros provienen de las deducciones que se les hacen a los salarios, pero realmente, en el caso del esquema salarial del sector público, se nutre en gran parte de los tributos que pagamos y de los préstamos que debe hacer el gobierno a bancos privados y extranjeros, o sea, Costa Rica vive de prestado y no sobre la base de una productividad plena.

Por otra parte, el sistema garrotero de deducciones obligatorias patronales (sobre empresas y negocios privados), que incluso favorecen al Banco Popular, al IMAS e INVU, encarecen toda la maquinaria productiva de la empresa privada, lo cual hace que de forma indirecta se encarezca la producción de bienes y la venta de servicios. Por eso muchas empresas, al verse agobiadas por tantos “costos sociales”, prefieren cerrar sus operaciones en Costa Rica o reducirlas, para trasladar el resto a los demás países del Istmo.

Además, cada fin de año el presupuesto para aguinaldos del sector público y del sector privado se vuelve todo un despilfarro que afecta a la macroeconomía, pese a que muchos crean que al aumentar en diciembre el consumo de toda clase de cosas, con eso la economía se reactiva. Por otra parte, los sindicalistas se pasan en peticiones y reclamos ante el Gobierno.

Otra cosa, hace varias décadas algunos gobiernos recibieron muchos millones de dólares de bancos internacionales, alguna de esa plata donada y otra en calidad de préstamos para desarrollar los Programas de Ajuste Estructural (PAE I, II y III). Pero al final de cuentas esos dineros se diluyeron en corrupción, desperdicio y proyectos fracasados.

En resumen, esa serie de aspectos ha afectado nuestra macroeconomía de por sí golpeada por la falta de ahorro, la inflación y el déficit fiscal, pero en realidad implica todo un amañamiento nacional.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Miércoles 04 Agosto, 2021

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Osvaldo Corrales Jiménez