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Sucesos

Pide ayuda con botón de pánico antes de morir

Mejor amigo de gerente ICE rindió testimonio en juicio, Pavas

  • El mejor amigo de Calvo rindió su testimonio ante los jueces

  • Esta es una de las tomas narradas por el testigo sobre lo que sufrió la víctima

  • Le pidieron dibujar cómo es la casa del ofendido para que explicara lo visto en los videos de seguridad

 

 

 

Mientras interponían la denuncia por la desaparición de Pedro Calvo Olivares, gerente del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) asesinado en diciembre de 2019, su mejor amigo y familiares recibieron una alerta indicándoles que había una persona solicitando ayuda por medio del botón de pánico que el hoy fallecido tenía como parte de la seguridad en su vivienda.
Lo anterior lo reveló el amigo más cercano de Calvo, un hombre apellidado Piedra, quien se presentó como testigo en el juicio que se realiza en el Tribunal Penal de Pavas, San José, por el homicidio del funcionario del ICE, quien era gerente y tenía 25 años de trabajar en esa institución.
Por estos hechos se detuvo a un sujeto de apellidos Amador Arias, quien habría actuado en conjunto con dos hombres que aún siguen sin ser identificados. Entre los tres le arrebataron la vida a Calvo para robarle ¢1.400.000. El caso se investigó mediante el expediente 19-004515-058-PE por los delitos de extorsión y homicidio calificado.

BOTÓN DE PÁNICO

De acuerdo con el testimonio de Piedra, el miércoles 4 de diciembre de 2019 se enteraron que algo malo pasó cuando una compañera de trabajo de Calvo lo llamó para decirle que ese día él no se presentó a laborar.
De inmediato Piedra se movilizó hasta la vivienda del ofendido y tras llamarlo en reiteradas ocasiones no tuvo respuesta. La preocupación aumentó cuando observó que las luces navideñas estaban encendidas, pese a que era de día, y una alfombra que Calvo siempre tenía en orden estaba desordenada.
En medio de la angustia, Piedra decidió revisar los videos de las cámaras de seguridad que Calvo instaló, pues como eran mejores amigos le dio ese acceso. Al ver las grabaciones observó que varios sujetos lo privaron de libertad y lo sacaron de la casa en la cajuela de su carro.
Debido a esto Piedra alertó a la familia del ofendido y se presentaron al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para interponer la denuncia por desaparición.
Mientras estaban ahí recibieron una llamada de la empresa encargada de la seguridad de la vivienda de Calvo y les notificaron que estaban recibiendo señales del botón de pánico que la víctima tenía.
Piedra detalló que ese aparato Calvo siempre lo andaba junto a las llaves de la casa, por lo que se presume que pudo haber sido él quien lo tenía y estaba solicitando ayuda minutos antes de que le quitaran la vida.
“Cuando estamos en el OIJ empiezan a entrar unas señales en la alarma, el dueño de la empresa me llama y me dice que hay accionamientos del botón de pánico.
Pedro lo tenía en las llaves, Cuando nosotros estamos en el OIJ empiezan a entrar las señales, entonces ahí los agentes dicen que puede ser que él esté mal en la casa”, comentó.
En ese momento todos se movilizaron a la vivienda de Calvo al creer que estaba herido, pero tras ingresar no lo hallaron.

LES ABRIÓ PORTÓN

Piedra comentó que en la revisión de los videos de las cámaras de seguridad observó que Amador fue quien llegó junto con Calvo en el carro que estacionaron en la cochera.
Después de varios minutos conversando dentro de la casa, el testigo asegura que en el video se observa cuando el sospechoso le pidió el baño prestado a la víctima, pero antes de ingresar presionó un interruptor que está a un lado de la puerta del sanitario y abre el portón eléctrico que da a la calle.
En ese momento la cámara que está en la cochera capta cuando ingresan los sospechosos aún sin identificar. En apariencia Amador les indicó que la víctima estaba en el interior del inmueble, donde posteriormente lo golpearon y amenazaron con un arma de fuego para privarlo de libertad.
El testigo agregó que al revisar la casa de Calvo comprobaron que faltaban varias de sus pertenencias, entre las que están relojes de marca, perfumes, dos pantallas de televisión y un grabador. Además encontraron el cuarto y la oficina del ofendido en completo desorden.

ACORDARON VISITA

Asimismo, el testigo manifestó que el día en que Calvo desapareció al salir del trabajo llevó a un compañero hasta su casa. Este último les manifestó que en el camino a Calvo le ingresó una llamada al celular y aparentemente era Amador.
Según la declaración de Piedra, durante la conversación el ofendido acordó con Amador que se verían en horas de la noche.
Tras recibir esa información, los parientes de Calvo se mostraron sorprendidos porque desconocían que tuvieran un amigo con ese nombre, por lo que decidieron buscar entre los amigos de Facebook de la víctima y dieron con él.
Piedra aseguró que Calvo y Amador tenían poco tiempo de conocerse, aproximadamente 22 días, pues el primer contacto lo tuvieron en el trabajo del hoy imputado.

LOS HECHOS

Según la acusación presentada por la Fiscalía, en diciembre de 2019 el imputado y otros sujetos todavía sin identificar idearon un plan para robarle a la víctima y asesinarla.
Entre lo planificado Amador se encargaría de acordar con el ofendido una visita en su casa en el residencial Fundación, en El Guarco, Cartago.
Fue así como el 3 de diciembre a las 7:39 p.m. Calvo llegó en su vehículo a la vivienda junto con Amador. Posteriormente, a las 8:20 p.m., el sospechoso abrió el portón eléctrico para permitir el ingreso de los sujetos que siguen sin ser identificados.
De acuerdo con el Ministerio Público, una vez dentro de la casa Amador y sus cómplices utilizaron la violencia e intimidación para reducir a Calvo a la impotencia, lo golpearon, le amarraron las manos y le cubrieron los ojos.
Después lo privaron de libertad y lo metieron en la cajuela de su carro, en el que lo trasladaron de Cartago a Pavas, San José.
Según la Fiscalía, aparentemente en el camino los sospechosos obligaron al ofendido a indicar las contraseñas de sus cuentas bancarias para sustraer el dinero en cajeros automáticos. En total retiraron cerca de ¢1.400.000 y las transacciones bancarias las hicieron en dispensadores ubicados en Pavas, Mata Redonda y La Sabana.
Tras el robo del dinero, entre las 9:44 p.m. del 3 diciembre 2019 y la medianoche del 5 de diciembre de 2019, el imputado y sus cómplices con la intención eliminar los delitos decidieron darle muerte a Calvo.
Al parecer lo asesinaron en Pavas, donde le dispararon en la cabeza con un arma calibre 38 y después lanzaron al cauce del río Tiribí su cadáver, que el 14 de diciembre apareció en la Represa Hidroeléctrica Puente Mulas, en San Antonio de Belén, Heredia.

 

 

 

PERIODISTA: Mónica Matarrita Mora

CRÉDITOS: Fotos: Mauricio Aguilar y Archivo

EMAIL: [email protected]

Sábado 22 Mayo, 2021

HORA: 12:00 AM

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