Reactivación sin gasolina

Editorial

Han pasado 556 días desde que el Poder Ejecutivo anunció tener un plan para reactivar la economía del país, la cual se pierde en el abismo con cada día que pasa ante la inacción de nuestros gobernantes, debido al poco o nulo interés que muestran por sacar la situación a flote.
Lo ocurrido desde el año anterior y lo que llevamos de este en dicha materia a causa de la pandemia fue solo una estocada más profunda en medio de incontables heridas que nuestro sistema ya sufría. Si bien esto se ha dicho muchas veces por lo evidente que es, se torna urgente repetirlo para que quienes dirigen el país no traten de engañarnos pregonando lo contrario.
Lo peor del caso es que, en medio de la crisis que afrontamos, se toman posturas poco favorables para mejorar y hasta se llega a decisiones que afectan los bolsillos de todos los que vivimos en este país.
El precio de los combustibles constituye el tema caliente de los últimos días porque precisamente nos tiene de cabeza el alto precio que se debe pagar por litro de gasolina para que los vehículos sigan circulando.
Ya van cinco aumentos en el precio solicitados durante el año por la Refinadora Costarricense de Petróleo, que de refinadora no tiene nada, porque hace rato solo se encarga de importar producto procesado, y la cual ya cansa porque nos tiene pagando caprichos para llegar a nuestros destinos día a día.
Si bien los cambios obedecen a la variación de los precios internacionales, curiosamente en años anteriores la gasolina nunca bajó por más baratos que estuvieran los precios del crudo a nivel global. Cuando los ánimos se caldean, simplemente Recope y Aresep se pasan la bolita. Y mientras no hay propuestas para evitar estos garrotazos que se desarrollan en Zapote o Cuesta de Moras, porque para ellos la gasolina es gratis y sin rendir cuentas. La población por fin parece estar despertando, pues finalmente reclama que nada de normal tiene el modelo que nos obliga a aumentar precios cada cierto tiempo, casi de forma antojadiza y poco transparente.
Muchos, en medio de este golpe al bolsillo de los consumidores, podrán escribir desde la comodidad de sus propias circunstancias un lindísimo discurso acerca de usar bicicletas, caminar o resolver nuestra movilidad al trabajo o destinos turísticos de forma tal que no se utilicen los vehículos que hay en la casa.
Probablemente los ambientalistas aplaudirán, y no está mal promover estas prácticas para el cuido del medio ambiente, pero existen límites para todo y el uso actual de vehículos que se mueven con derivados del petróleo sigue siendo el más factible, nos guste o no, y esas opciones alternativas no pueden aún solventar todas las necesidades de la población ni resultan del todo realistas.
El presidente Carlos Alvarado al ser cuestionado sobre por qué Recope insistía en seguir pidiendo aumentos al ver la crisis que enfrenta el sector productivo del país, se enfocó en pedirle a la gente que ahorrara combustible.
El mandatario pidió a quienes conducen ser mesurados para no gastar tanta gasolina, como si se tratara de granos de arroz, sacos de cemento u otra materia prima que simplemente se deja de usar y se solventa el problema. Como si se pudiera evitar las kilométricas y omnipresentes presas a las que nos tienen acostumbrados los últimos Gobiernos, en las que se pierde gran parte del tanque. No todos podemos, por ejemplo, irnos de vacaciones en helicóptero, señor Presidente.
Parece que al señor se le olvidó que muchos dependen de su carro para llevar sustento a sus hogares. ¿Cómo le pide uno al taxista, transportistas, dueños de camiones que hacen fletes, sector turismo y otros emprendedores que dependen de un vehículo para colocar sus productos que sean mesurados?
Entonces que hagan menos viajes, que vendan menos o que no trabajen para que no gasten gasolina. ¿Esa sería la solución que propone el mandatario?
Y si nos enfocamos directamente en el sector turismo, ¿cómo se reactiva la economía guardando carros para hacer turismo? ¿Innovará el país con turismo virtual, desde casa, entonces? En ocurrencias, definitivamente, somos potencia mundial…
Surgirían nuevamente ideas ambientalistas de movilizarse en transporte público, pero ¿alcanzarán las unidades para los turistas? ¿Y la calidad de viaje seguiría siendo la misma para los vacacionistas?
Los buses no paran en el restaurante o pulpería que uno quiera, por ende, los que se sostienen por los turistas estarían condenados al cierre, algo por lo que han tenido que pasar muchos negocios, que no parecen tener tanta importancia para quienes gobiernan el país.
Pero la solución que propone el mandatario venía desde antes, pues DIARIO EXTRA dio a conocer hace varias semanas que se limitó el uso de patrullas de Seguridad Pública para ahorrar gasolina, de modo que los vehículos quedaron estacionados y la delincuencia tuvo puerta abierta para hacer de las suyas. Si no que lo diga el cantón central de Puntarenas, foco de violencia durante 2021.
Ciertas necesidades no pueden esperar, una de esas es el hambre y, para evitarla, se debe trabajar. En la mayoría de los casos, la gente necesita movilizarse, por ende, la gasolina no es una opción o un lujo, sino un recurso indispensable.
Pero al parecer para el Ejecutivo no bastó con obligar a la gente a no salir de su casa por unos meses, ahora casi que quiere imponer un tope de consumo de combustible y la gran necesidad de este país sigue siendo la reactivación económica que el mismo Gobierno sigue sin cristalizar. Si tras de eso nos quitan la gasolina, las soluciones seguirán al otro lado del arcoíris.