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Opinión

Responsabilidad social

Otto Roberto Vargas Víquez

“El nivel de vida de la población solo puede ser elevado si crecen las actividades industriales, agrícolas, comerciales y financieras del país. En consecuencia, la aplicación del concepto de verdadero desarrollo económico abarca a todos los sectores del país e implica un esfuerzo de carácter nacional, en que la población entera debe participar”. (Testamento Político. -R.A.C.G.-).
Ese postulado de “verdadero desarrollo económico en que la población entera debe participar” hay que convertirlo en realidad concreta y para ello debemos trabajar -prioritariamente- en las coincidencias, con respeto y cooperación; sin dejar pasar, sin perder más tiempo (porque las soluciones urgen).
Ese pensamiento de trabajo conjunto es el que necesitamos hoy. Necesitamos unión inteligente para mayor producción general: con responsabilidad colaborativa.
Hoy estamos como en el fondo de un cráter volcánico que, en cualquier momento podría explotar. La realidad actual es preocupante, es dolorosa, es triste, es peligrosa. Los ingresos económicos no alcanzan para el bienestar de las familias. Hay angustias -incluso- más personas sin seguro social.
Esta cruda realidad nos debe ocupar con total responsabilidad, por ejemplo: 1.529.255 personas pobres en el 2020 y, en pobreza extrema 435.091, con ingresos iguales o inferiores al costo de la canasta básica alimentaria. Esto es tragedia social.
Esa tragedia, estas carencias perjudican a seres humanos que necesitan -pronta- solidaridad… que, para ser cierta, urge de economía sana: con mayor producción y más trabajo, pero -además- teniendo muy claro que se requiere un Estado facilitador.
Nuestro Estado (el gobierno) debe servir, no servirse. Debe recaudar -diligentemente- los impuestos. Y por supuesto no se vale la evasión. No es justa la defraudación fiscal, ni justo el derroche estatal.
Gobernantes, funcionarios públicos, empresarios y trabajadores (todas las personas) estamos obligados a cambiar -pacíficamente- la realidad actual. Cambiar es prevenir.
Según, don Rodrigo Chaves Robles, exministro de Hacienda: “mientras el país recoge un 13% y resto del PIB en impuestos, la evasión ronda entre el 6% y el 8% del PIB.”.
Ello es grave. Tenemos un peligroso déficit fiscal. No todos los impuestos se recaudan eficientemente; y hay gastos inútiles que impiden inversión para el desarrollo. Hay despilfarro.
Hay mínimas facilidades para producir y generar la riqueza económica que necesitamos para el bienestar común. Tenemos frenos innecesarios que se deben eliminar ya. El Estado debe promover, no impedir.
No hay suficiente crecimiento, no existen los trabajos requeridos. El consumo es menor. Seguimos sin la dinámica económica necesaria.
Y, ante esta realidad, todos estamos obligados a cambiar y crear las condiciones para el resurgir. Todos con responsabilidad social; recordando de la Encíclica Fratelli Tutti, el enunciado que nos orienta que “nadie se salva solo… únicamente es posible salvarse juntos”.
Necesitamos unir esfuerzos para la prosperidad nacional; sin olvidar que el Estado es un instrumento para proteger a las personas, no para limitar su desarrollo.
La mayoría de personas: trabajadores, emprendedores y empresarios, no pueden pagar más impuestos. Pagar más significa daños: implica más dinero para el gobierno, menos para las familias.
Nuestro país debe eliminar el gasto superfluo e invertir adecuadamente. Necesitamos un Estado impulsor, un Estado protector, no un Estado coercitivo… no un Estado gastón. Necesitamos gobernantes que generen bienestar. Urgen hechos positivos, no palabras vacías.
Nuestra economía requiere operaciones de fondo: no pastillitas. Nuestra economía debe sanar. Estamos en tiempos de vacas flacas y debemos trabajar y aportar -todos- para lograr tiempos de vacas gordas. Todos: sector público y sector privado, todos cooperar.
Debemos cambiar. Tener un gobierno que promueva trabajo, riqueza; un gobierno que respete y fomente; un gobierno que no debe gastar lo que realmente no se tiene. Se debe respetar el dinero del pueblo. Debemos invertir los impuestos de la mejor manera, hacerlo racionalmente.
Requerimos el Estado necesario; no el Estado opresor. Requerimos el Estado para la persona, no contra las personas.
La casa pública se debe ordenar para avanzar. Nuestro país no puede ni debe seguir con diagnósticos. Ya todos conocemos y diariamente vivimos los problemas y trabas. Se necesitan soluciones ya. Nuestro Estado debe coadyuvar, no entorpecer.
Hay que hacer y resolver: sin gastar lo que no tenemos. Hay gastos no razonables, que dañan la sana inversión nacional.
Como país: debemos hacer -todos- con responsabilidad social.

*Diputado del Partido Republicano Social Cristiano

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Lunes 22 Febrero, 2021

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Otto Roberto Vargas Víquez*

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