La estrategia del “martillazo” que el Gobierno aplicó en el marco de la pandemia del Covid-19 se le devolvió negativamente con fuerza al presidente Carlos Alvarado, ya que en el más reciente estudio de opinión realizado por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) revela que apenas un 26% de los costarricense, es decir una cuarta parte de la población, le dan una calificación positiva al mandatario.
La encuesta del CIEP indica que la impopularidad de Alvarado regresó a los niveles de abril, es decir antes de que iniciara la crisis por el coronavirus.
Para abril este mismo estudio reportó el nivel más alto de aceptación para el mandatario con un 65% de apoyo, gracias en parte al manejo inicial que se hizo de las autoridades por la pandemia.
Pero en agosto (fecha que registra la actual encuesta) un 50% de los entrevistados califican su labor de negativa, un 22% se indica como neutro y apenas un 26% dice que es positiva.
“En ese momento, se consideró que la atención de la crisis sanitaria podría ser una explicación a ese aumento, tal como sucedió en otros países. Además, se indicó que ese crecimiento relacionado con la pandemia, como todos aquellos que provienen de shocks coyunturales, era frágil y que, así como creció podía caer abruptamente en el corto plazo”, indica el estudio del CIEP.
“Como se refleja en los datos, el efecto producido por las acciones tomadas en el primer momento por parte del gobierno se ha diluido, pues la calificación de la ciudadanía al presidente Alvarado y a su gobierno retornó a los valores cercanos a los obtenidos durante el mes de marzo de 2019. Con esto, la valoración al gobierno retorna a sus valores promedio y retoma la tendencia mostrada desde el inicio, en donde, en general la presente administración ha tenido una baja evaluación ciudadana”, agrega la encuesta.
La percepción negativa no es solo para el presidente sino hacia el Gobierno en general. De abril a agosto se demuestra un pico negativo de poco más del 40%.
Un dato llamativo que revela la encuesta es que no hay diferencias sociales entre las opiniones negativas hacia el presidente.
“La valoración sobre la labor del presidente y de la gestión del gobierno no muestran diferencias entre grupos sociodemográficos. Es decir, las opiniones en esta materia son uniformes entre los grupos de edad, educación, sexo y provincia en ambas valoraciones”, indica el estudio.
APOYO CIRCUNSTANCIAL
Para el analista político Sergio Araya, el estudio del CIEP evidencia que el presidente disfrutó de un apoyo circunstancial, coyuntural y asociado al fenómeno inicial de la pandemia en el país.
La encuesta revela que mientras en abril un 75% de la población confiaba en las decisiones del Gobierno sobre la pandemia, cuatro meses después apenas lo hace un 46%.
En ese marco, mientras que en abril solamente un 7% señalaba que no confiaba en las decisiones del Gobierno, en agosto un 27% de las personas expuso no confiar en las decisiones gubernamentales tomadas para afrontar la crisis del coronavirus.
Sobre las medidas aplicadas a la población por el Covid-19 también existen variaciones de respaldo y repudio.
En abril un 94% de las personas valoraban como positivas las medidas sanitarias implementadas por el gobierno, mientras que en agosto ese porcentaje de valoración es de 69%. Por su parte, mientras que en abril las valoraciones negativas eran de 4%, en agosto son de 13%.
La encuesta indica que los ticos siguen apoyando en gran medida el uso obligado de mascarillas, la prohibición de fiestas y reuniones y hasta la restricción vehicular (con un 86% de respaldo), aunque diputados y cámaras empresariales piden que se elimine.
Donde sí hay menos tolerancia es en aquellas medidas que impactan al comercio, como el cierre de restaurantes y bares, y hay opiniones divididas al cierre de iglesias y lugares de culto.
“Mientras que, en abril anterior, un 71% de las personas consideraban positivas las medidas económicas tomadas por el gobierno, en agosto esta valoración es de 27%. Por su parte, las valoraciones negativas en abril significaron un 20% y en agosto son de un 44% de las respuestas”, muestra la encuesta.
“Esto se puede ver desde la visión del consumidor que se ve imposibilitado de acceder a los bienes y servicios que dichos establecimientos ofrecen y también desde que estos comercios son los proveedores de empleo, y esto conecta con la principal preocupación de la gente que es la falta de empleo”, explicó Araya.
MAYOR PREOCUPACIÓN
La encuesta también revela que la crisis del desempleo que, según cifras oficiales llega hoy al 24%, es el principal problema que le preocupa a la gente, superando el tema del Covid-19.
El desempleo es considerado por una mayoría de la población (un 27,95%) como lo que más afecta al país en este momento, seguido del coronavirus (25%) y el costo de la vida y situación económica con un 19%.
Esta encuesta inició cinco meses después de que las autoridades de salud anunciaran el primer caso de cvoronavirus en el país y se decretara el estado de emergencia.
Se realizó a ciudadanos y ciudadanas costarricenses con teléfono celular, lo cual abarca aproximadamente el 97,5% de la población
Se completaron 877 entrevistas telefónicas a personas mayores de 18 años, entre los días 03 y 11 de agosto de 2020 durante la mañana, la tarde y la noche (9:00 a 20:30).
Con las entrevistas y utilizando un nivel de confianza del 95%, se estima un error muestral máximo de +- 3 puntos porcentuales.
DATOS A RESALTAR
• El 82% de las personas mencionan que la situación económica actual del país es mala o muy mala
• Un 95% dice que prefiere seguir las instrucciones sanitarias (para protegerse y proteger a los demás) sobre solo un 1% que considera que las medidas sanitarias no son necesarias.
• Sergio Araya, analista político
“El Presidente pierde la fuerza porque en el manejo de las dimensiones económica y social de la pandemia no se ha tenido la misma efectividad y no se genera la misma credibilidad que se ha tenido en la dimensión sanitaria”
NOTA EXTRA
Casa Presidencial anunció que el decreto que rebaja en un 15% el salario de los vicepresidentes, ministros y presidencias ejecutivas del Gobierno comenzó a regir. Los recursos que salen de esta reducción voluntaria de los ingresos de estos jerarcas irán a la Caja Única del Estado. La medida se aplica como parte de los esfuerzos del Gobierno ante la crisis financiera que ha generado la pandemia del Covid-19. La reducción se aplicará hasta el 31 de diciembre con posibilidad de ampliarse.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
EMAIL: [email protected]
Jueves 20 Agosto, 2020
HORA: 12:00 AM
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