Coalición de partidos humanistas para 2022
Reiner Hinrichs*
A puertas de la crisis más severa que recuerde nuestra historia el partido de gobierno acentúa el descalabro económico y somete sin piedad a sectores productivos y ciudadanos a un pesimismo del cual no podremos levantarnos en muchos años. La democracia premió a un partido que sobradamente demuestra su incapacidad para la sana gobernanza y a marcha forzada nos lleva al precipicio.
La ruina moral y económica que heredará el próximo presidente requiere de líderes políticos sensatos. Aquellos que piensan en las próximas generaciones y no solamente en las próximas elecciones. Muchos en beneficio de la patria forzosamente deberían posponer sus legítimas aspiraciones políticas. Que reconozcan que padecemos una crisis sin precedentes y para cuándo se asuma el Ejecutivo debemos tener preparada la agenda programática capaz de devolvernos la esperanza, ponernos en pie y rescatar el país del desastre al que fue sumido. Todos los partidos democráticos deberíamos unirnos para sacar adelante la tarea de reconstruirlo. Tenemos y debemos que estar a la altura que las circunstancias demandan, sin mezquindad alguna llegó el momento para las coincidencias pues la tarea de levantarnos no se asoma fácil. Nuestros hijos y nietos serán muy severos con nosotros a la hora de repasar la historia si no tenemos la claridad para resolver la crisis. La sombra de la ruina se cierne sobre nuestra querida Costa Rica y está en nosotros detener la caída libre.
Hago un llamado respetuoso a los comités ejecutivos del PUSC, Restauración Nacional, Republicano Social Cristiano, Integración Nacional, a expresidentes de la República, a precandidatos presidenciales, diputados, exdiputados, dirigentes y militantes para que de manera inmediata se provoque la posibilidad de coaligarse rumbo a las elecciones presidenciales del 2022.
Debemos tener una gran convención de partidos democráticos para elegir un(a) candidato(a) presidencial. Ha de ser un(a) costarricense muy notable. Que nos devuelva la ilusión y volvamos a creer. El partido ganador representará la coalición. Para diputados podemos presentar al electorado nóminas independientes. Incluso Liberación Nacional como mayor partido de oposición debería ser invitado.
Las medidas para enfrentar la crisis requerirán de un brazo político robusto. Con mayoría en el parlamento. Solamente de esa manera se podrá ejecutar una agenda programática consensuada que nos permita reactivar la producción, generar empleo, combatir la pobreza, apoyar al productor nacional. Repartir riqueza por medio de las instituciones de bien social. Para devolverle la esperanza a un pueblo que no merece los gobernantes que tiene.
Conozco desde ya opositores en todos los partidos arriba mencionados, son los mismos que se muestran contentos viéndose convertidos en meras maquilas de alcaldes y diputados. Con nula posibilidad de ganar una elección presidencial. Pero nada es sencillo, la circunstancia nos prueba y debemos salir fortalecidos para ganar las elecciones presidenciales del 2022.
También vendrán ataques de cientos de troles convertidos peligrosamente en policías de conciencia. Esos que sacan la viga del ojo ajeno pese a que su casa es corroída por la corrupción más desvergonzada. Para eso y más debemos estar preparados.
Los mejores hombres y mujeres, los más capaces. Todos al servicio de la patria, para devolvernos la sana gobernanza. Donde el bienestar de nuestros compatriotas sea el objetivo principal. En sus momentos más apremiantes Costa Rica contó con lo mejor de su gente. No le fallemos a la patria. No deshonremos nuestra historia. No le fallemos a las nuevas generaciones. Compatriotas demócratas, la hora por Costa Rica llegó.
*Empresario
